El alcalde de Quito, Jorge Yunda, anunció este jueves su intención de trasladar los principales organismos municipales fuera del casco histórico de la ciudad, en un afán de proteger el patrimonio municipal.
«Debemos preservar el centro histórico. Estamos trasladándonos, no será de la noche a la mañana, pero en esta administración hemos tomado la decisión de proteger al centro y funcionar desde otro lugar, más moderno, con más movilidad y accesibilidad, estamos trabajando en esto», remarcó el Alcalde.
Se refería a todas aquellas funciones que se realizan en el edificio municipal, en la histórica Plaza Mayor de Quito y frente a la Presidencia, un lugar de particular belleza e historia.
PROTEGER LA HISTORIA
Su idea, que ya había planteado en otras ocasiones y que ahora es decisión municipal, es buscar espacios más modernos que acojan a los organismos de gobierno, pero fuera del casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1978.
La decisión se da luego de las violentas manifestaciones ocurridas en el centro histórico en octubre de 2019, en el que los manifestantes causaron daños a edificios patrimoniales; aunque no era la primera vez.
Yunda cree que la si la ciudad quiere promover el turismo, debe proteger su patrimonio cultural, por lo que lo mejor es dedicarlo a los visitantes nacionales y extranjeros, según un comunicado, en el que se precisa que también ha llamado al Gobierno Nacional a hacer lo propio.
RECUPERACIÓN DE LA CAPILLA DE LA VIRGEN DEL PILAR
El alcalde habló en la entrega de la restaurada capilla de la Virgen del Pilar, en la iglesia de San Francisco, que ha sido reacondicionada por el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), tras una inversión de 209.000 dólares.
La obra fue entregada este jueves a la congregación de frailes franciscanos, en una ceremonia con la ministra de Cultura y Patrimonio, Angélica Arias; el arzobispo de Quito, monseñor José Espinoza; los embajadores de España, Reino Unido y Francia; y concejales metropolitanos.
«La comunidad franciscana agradece este valioso aporte al crecimiento de la fe del pueblo, para que Quito vuelva a ser por su cultura, tradición y fe, luz de América», señaló el padre Luis Bastidas, vicario provincial de la orden franciscana.
Yunda resaltó el «compromiso y deber» de su Administración para preservar el centro histórico, uno de los más grandes y mejor conservados de toda América Latina.
«Todas nuestras acciones están orientadas a la recuperación, preservación, conservación de este patrimonio intangible. Este patrimonio ya no solo es del Ecuador, es del mundo entero y debemos dejar un legado a las futuras generaciones para que preserven estas reliquias que son testigos de la historia milenaria de Quito», destacó en ese sentido.
Según un comunicado de la Alcaldía, el IMP realizó el saneamiento de humedades a nivel de cubierta, retiró el tejuelo que se encontraba en mal estado para impermeabilizar, y verificó el canal y sumidero de desalojo de agua lluvia para que no haya filtraciones en la histórica capilla.
Además, se revisaron las instalaciones eléctricas y se modernizó su iluminación con nuevas lámparas LED.
LA BANDERA DE ZARAGOZA
En la ceremonia, el arzobispo de Quito bendijo las obras de restauración y agradeció al Municipio por el trabajo, considerando que «no se puede separar el patrimonio cultural del religioso».
Para la ocasión, la Presidencia de Ecuador entregó al Municipio de Quito una de las banderas históricas del país andino que estuvo durante 100 años en la capilla original de la virgen del Pilar en Zaragoza (España), que el alcalde de Quito entregó hoy a la orden franciscana, según el comunicado municipal.
La capilla de la Virgen del Pilar fue construida en 1630, durante la época colonial, y tiene tres altares: el frontero, dividido en dos secciones, y dos laterales.
En uno de los nichos del retablo principal se aloja una estatua de la Virgen del Pilar de Zaragoza, que fue obsequiada por el padre Maldonado, quiteño de origen y que fue comisario general de Indias por nombramiento de Felipe IV y confesor de doña Margarita de Austria.
Los trabajos realizados por el Municipio han incluido también la conservación y restauración de la pintura mural de la cúpula, tres retablos: de la Virgen del Pilar, Virgen de Lourdes y el de los Mártires Franciscanos; así como pinturas de caballete y esculturas que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX. EFE