La emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 no solo ha afectado a la salud y a la economía de Ecuador. La educación también entra en las afecciones.
Según investigación realizada por la Unicef, de los más de cuatro millones de estudiantes 480 000 no reciben clases a pesar de que se han implementado la enseñanza a través de diversos canales: internet, radio y televisión.
Mientras que 90 000 estudiantes abandonaron las escuelas y colegios en medio de la pandemia.
Para la Unicef, este último dato es preocupante, ya que los niños y adolescente al no estar enrolados en el sistema educativo los expone al trabajo infantil, a la mendicidad, explotación sexual y al reclutamiento forzado en actividades ilícitas.
La educación en línea tampoco ha servido para que los estudiantes puedan aprender, principalmente por las limitaciones. La Unicef estima que el 78 % de alumnos de las instituciones públicas pueden acceder de alguna manera al internet; sin embargo, solo solo de cada diez estudiantes cuentan con equipos de uso personal.
Rezago educativo
Otro de los problemas identificados a través de encuestas telefónicas, según Joaquín González, representante de la Unicef, es que el rezago educativo continúa agravándose más, y que los niveles de los estudiantes está disminuyendo
Antes de declararse la emergencia sanitaria, en Ecuador siete de cada diez estudiantes de séptimo grado tenían un nivel insatisfactorio o elemental en lenguaje y matemáticas. Mientras que hoy, seis de cada diez estudiantes consideran que están aprendiendo menos por las clases virtuales.
Si bien para la Unicef el trabajo de los docentes se ha destacado por el compromiso, se cree que un 15 % de profesores no está en contacto individual con los estudiantes en las dos últimas dos semanas. Esto, para el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia, es necesario para el acompañamiento en el aprendizaje.
Campaña
Con todos estos antecedentes, la Unicef presentó el 13 de enero de 2021 la campaña «La educación es el camino», con la cual se pretende orientar a los estudiantes, familias y profesores sobre los planes de estudio que existe en el Ecuador, los cuales están a cargo del Ministerio de Educación.
A través de información que será compartida por radio, televisión, redes sociales y materiales impresos, se espera ayudar a que los estudiantes no se retiren de las instituciones educativas.
Para ello se contará con el apoyo de Education Cannot Wait, un fondo global que ha otorgado 7,4 millones de dólares para impulsar la continuidad de la educación en situaciones de emergencia.
El dinero, que será administrado por la UNESCO, será implementado durante los próximos tres años en el país. (I)