La aeronave, que partió este jueves a Rusia, retornó con un total de 300.000 unidades del segundo componente de la vacuna contra el covid-19, para complementar la primera fase que se inició el pasado 29 de diciembre.
En el avión viajó, entre otros, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, quien atendió a la prensa después del aterrizaje y aseguró que el viaje transcurrió «muy bien».
«Todo muy bien, la meteorología anduvo muy bien, no hubo ningún tipo de demoras, se hizo la carga en los tiempos estipulados», declaró.
Ceriani destacó también que la aerolínea estatal cuenta con una «capacidad sobrada» para transportar las futuras remesas de la vacuna que requiere al país, y cuyo transporte esta previsto para los próximos meses.
«Depende de cuantas sean las entregas, de cada partida, iremos acondicionando los aviones que sean necesarios como para cumplir las entregas. Tenemos capacidad sobrada como para hacer la operación con los aviones que tenemos», agregó.
Para ello la compañía contempla «acondicionar algún avión que sea específicamente para carguero», lo que implica «agregarle una puerta», ya que en los dos viajes realizados a Rusia hasta la fecha se emplearon aeronaves de pasajeros a las que se le retiraron los asientos.
Argentina comenzó el programa de vacunación contra la covid-19 el 29 de diciembre pasado y hasta ayer había aplicado 200.759 de las 300.000 dosis distribuidas de la vacuna Sputnik V, que recibió el 24 de diciembre.
En esta primera etapa la vacuna está destinada al personal de salud entre 18 y 59 años, de unidades de terapia intensiva y laboratorio de microbiología de instituciones de salud ubicadas en los grandes aglomerados urbanos.
Argentina aprobó las vacunas Sputnik, Pfizer y AstraZéneca. Pero sólo ha adquirido la vacuna rusa mientras continúa las negociaciones con Pfizer, Moderna, SinoPharm y avanza con la producción en el país de la vacuna desarrollada por la universidad de Oxford y AstraZeneca. EFE