Brasil niega conflicto con China y atribuye atraso de insumos a alta demanda

Brasil negó este miércoles que haya un conflicto diplomático con China y atribuyó el retraso en la entrega de materias primas para la fabricación de vacunas contra la covid-19 a la alta demanda global, según dijo el canciller, Ernesto Araújo, en una reunión a puerta cerrada a cuyo contenido tuvieron acceso medios locales.

«Tenemos relación madura, constructiva, muy correcta, tranquila con China», dijo Araújo al participar en una reunión con diputados y aseguró que «no es un asunto político», sino «un asunto de demanda por un producto».

Las relaciones diplomáticas entre Brasil y China se han enfriado desde la llegada al poder del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su aproximación al ahora expresidente de Estados Unidos Donald Trump.

Asimismo, el hijo del mandatario y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, el diputado Eduardo Bolsonaro, y el propio canciller brasileño llegaron a culpar a China por la propagación del coronavirus a inicio del año pasado.

Pese al desgaste, Araújo señaló a los diputados que no identificó «ningún problema de naturaleza política».

«Es una evaluación que tenemos que hacer permanentemente, claro, estar atentos a eso», ponderó.

El canciller igualmente explicó a los diputados que tiene «todo encaminado» para que Brasil reciba las dos millones de dosis adquiridas por la estatal Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de la vacuna de la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca que fueron producidas en India, aunque no precisó la fecha para la llegadas de las fórmulas al país.

El Gobierno tenía previsto recoger los dos millones de dosis de India la semana pasada, pero el Gobierno no autorizó a última hora la exportación a Brasil, dando prioridad a otros países vecinos.

Brasil inició esta semana la inmunización en todo su territorio con tan sólo 6 millones de dosis de la Coronavac, que recibió el visto bueno de la agencia reguladora el pasado domingo, al igual que la fórmula desarrollada por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

Sin embargo, la vacunación corre el riesgo de paralizarse debido a la falta de materias primas para la producción de más dosis, así como por el retraso en la entrega de las dos millones de dosis de la vacuna de Oxford por parte de India.

En plena segunda ola de la pandemia, con casi 213.000 muertos y 8,6 millones de infectados, Brasil es uno de los países más castigados por la emergencia sanitaria en el mundo, al lado de Estados Unidos e India. EFE