Ecuador recibió este miércoles su primera remesa de 8.000 dosis de vacunas del consorcio Pfizer-Biontech, para iniciar la «fase cero» de un plan de vacunación contra la pandemia de la covid-19, que, en cerca de once meses, ha dejado más de 234.000 contagiados y 9.810 muertos confirmados con la enfermedad.
Tras una primera escala en el aeropuerto de Quito, donde un vuelo comercial de KLM procedente de Amsterdam dejó un contenedor con un lote del cargamento, el avión que transportaba las vacunas se trasladó a la ciudad portuaria de Guayaquil, donde dejó el grueso de la remesa.
Allí, bomberos de la terminal área formaron un arco cristalino con los chorros de agua de sus camiones para recibirlo.
Un nutrido grupo de periodistas también esperó la llegada del cargamento, pese a la llovizna que cayó sobre la urbe guayaquileña, una de las ciudades más pobladas, nudo comercial del país y epicentro de la pandemia entre marzo y abril de 2020.
Sobre la pista, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, encabezó una ceremonia de recepción de este primer cargamento, que servirá para inmunizar al personal sanitario de la «primera línea» y para ancianos de los centros geriátricos.
200 MILLONES EN VACUNAS
Ecuador se convirtió hoy en el segundo país de Sudamérica, después de Brasil, en recibir la vacuna de Pfizer, que prevé enviar unas 86.000 dosis hasta finales de febrero, de un total de dos millones, cuyo grueso llegará a partir de marzo próximo.
El Gobierno ecuatoriano ha anunciado que invertirá unos 200 millones de dólares en la adquisición de vacunas contra la covid-19, que serán despachadas hasta septiembre u octubre, para inmunizar a unos 9 millones de habitantes, el 60 por ciento de la población del país andino.
Dos millones de dosis serán adquiridas al consorcio Pfizer-Biontech, cuatro millones a la británica Astra-Zeneca, 4 millones a la iniciativa Covaxx, y otros ocho millones a la Covax, esta última coordinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el Ministerio de Salud.
«Definitivamente este es un día histórico», dijo Moreno, para quien la vacuna «puede significar el principio del fin de esta pandemia que ha azotado a la humanidad».
Añadió que la negociación de las dosis ha sido «una tarea bastante difícil» y que su llegada no supone que los ciudadanos deban descuidar las medidas sanitarias, pues el proceso de vacunación aún tardará hasta alcanzar las metas que pongan fin a la emergencia sanitaria.
El lavado frecuente de manos, el distanciamiento de al menos dos metros y el uso permanente de mascarillas son las medidas de bioseguridad que sigue recomendando el Gobierno.
Para Moreno, las vacunas puestas a disposición de su país acercan la esperanza «poder abrazarnos sin ninguna dificultad».
VACUNACIÓN INMEDIATA
De su lado, la vicepresidenta María Alejandra Muñoz, en otra ceremonia efectuada en la terminal aérea del aeropuerto «Mariscal Sucre» de Quito, donde recibió el primer lote de dosis, recordó que el proceso de vacunación empezará de inmediato.
«Hoy es un día de esperanza para Ecuador», ya que «la incertidumbre comienza a aclararse», señaló al asegurar que las vacunas serán distribuidas entre la población en un proceso «gratuito y seguro».
La «fase cero» de vacunación prevé la inmunización de personal sanitario y ancianos de centros geriátricos, que empezará en una primera semana en las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca, y que se expandirá a todo el país hasta finales de febrero.
Las dosis recibidas se distribuirán a lo largo de tres semanas a 96 unidades de salud ubicadas en 44 cantones de las 24 provincias del país, según el ministerio de Salud.
En la distribución se aplicarán criterios sanitarios de exposición y de riesgo médico, pero «ninguna provincia quedará fuera», puntualizó el ministro Juan Carlos Zevallos.
Otro grupo que se beneficiará del primer lote, además de funcionarios en primera línea y personas de edad avanzada, son personas con discapacidad, así como los colaboradores que los asisten. EFE