En este medio de comunicación tanto impreso como digital la semana pasada se dio a conocer que se continúa con una agresiva deforestación en la región del oriente amazónico con los árboles de balsa, Ochroma pyramidale. Por distintas vías de la Amazonía a la Sierra entran y salen camiones cargados de cientos de troncos de balsa ante lo cual algunas ONGs ya advirtieron al respectivo ministerio y al gobierno de una irracional deforestación en las cuencas amazónicas. La preocupación crece desde el año pasado cuando se incrementó la comercialización de la balsa, árboles endémicos que crecen de manera natural.
La balsa es más ligera que el corcho, es un árbol silvestre típico de los bosques tropicales de Suramérica que existe en Colombia, Ecuador, Perú, Brasil entre otros países, pero esta especie que existe en Ecuador es de mejor calidad. Los árboles son talados en los bosques y conducidos hasta los bordes de la carretera para ser comercializados a los “comerciantes mayoristas” o intermediarios y también existen empresas madereras como las chinas que están demandando cada vez más balsas ecuatorianas.
La comunidad campesina, las organizaciones ambientales, algunas ONGs y varios dirigentes han alzado su voz de protesta para alertar al país de lo que está ocurriendo en extensas zonas de la amazonia ecuatoriana, las nacionalidades Shuar, los Qichuas y los Ashuar han sido visiblemente afectadas por la tala indiscriminada de los árboles de balsa. Lamentablemente los troncos de balsa se venden a la rivera del camino mucho más que cualquier otro producto agrícola de la zona y la tala de la balsa no está restringida. Ante el problema ocasionado, el Ministerio de Ambiente y Agua debería tomar medidas estrictas para impedir esta indiscriminada explotación. (O)