El fútbol y la cocina son parte de la vida de Geismar Cabeza
La habilidad que tiene en las piernas también la tiene en las manos, es así que el fútbol y la cocina complementan la vida de la venezolana Geismar Ángela Cabeza Gómez, de 21 años, refuerzo de Ñusta FC para la Liga de Fútbol Femenino Amateur Serie A.
El viernes por la noche llegó a la capital azuaya desde su natal Maracay, capital del estado de Aragua, y de inmediato se presentó ante sus nuevas compañeras y se puso a órdenes del profesor Juan Calle en la cancha sintética de la Academia Cuenca Fútbol Club.
Será su segundo desafío en el balompié ecuatoriano después de no renovar con Carneras UPS FC que fue su casa en las tres últimas temporadas. En 2019 firmó su mejor campaña quedando como tercera goleadora de la Superliga con 18 anotaciones. El año pasado marcó un gol en cinco partidos.
“El fútbol da revanchas, sé que el 2020 no fue el mejor, pero aquí estamos para ir mejorando día a día y esperemos que este año se den las cosas de la mejor manera”, señala Cabeza quien prefiere no ahondar en detalles sobre su no renovación con los salesianos, aunque admite que ya no se sentía cómoda en el club.
Experiencia
Geismar reconoce que a una extranjera le es difícil conseguir un trabajo estable con el que pueda mantenerse y ayudar a su familia, “pero cuando tienes verdaderas amistades, que en realidad quieren un bien para ti, se te hace un poco más fácil”.
Cabeza dice ser el sostén de su familia conformada por su madre Jesusmin Gómez y sus tres hermanos Nayie, Angermint y Yeiffer. En su país el salario mínimo es de 400.000 bolívares, menos de un dólar mensual. En el primer tercio de este año se aspira que el Gobierne aumente un 60 % (640.000), aun así, no alcanza para cubrir la canasta familiar básica.
Según Geismar, una futbolista extranjera en el Ecuador gana entre 400 a 500 dólares mensuales, lo suficiente para alimentar bien a la familia. Pero para conseguir recursos extras decidió vender las tradicionales arepas venezolanas y otros productos bajo reservación.
Su padre fue cheff y allí nació el amor por el arte culinario. “Tengo pensado poner un restaurante de comida”, indica al tiempo de resaltar el Pabellón Criollo, un plato típico de Venezuela, como el que más se ajusta a sus exigencias gustativas. Lo prepara con frijol negro, carne mechada, maduro, queso y arroz.
“Por la situación que está pasando nuestro país, la gente puede decir que somos unas muertas de hambre, que somos cualquier tipo de personas, pero cuando tú ves su sacrificio, el trabajo y todas las cosas por las que ha pasado, ves que no ha sido fácil y que talvez uno tiene que verse las verdes para después verse las maduras, pero todo es cuestión de la misma persona, de querer superarse y ser mejor día a día”.
Sus inicios
Cabeza empezó a relacionarse con la pelota en la carretera de su barrio, luego ingresó a una escuela de fútbol donde “jugaba con personas adultas. Allí fui agarrando mi ritmo futbolístico”.
Cuando muchos empiezan su carrera sobre una cancha de césped, ella lo hizo sobre una de tabla. “Toda mi vida he jugado fútbol sala, pero ya pues me tocó agarrar el fútbol campo y me siento mejor jugando por la raya o como 10”.
Recuerda que el técnico de la selección nacional de fútbol juvenil le dijo que en “el futsal no iba a tener una carrera profesional”, pero en cambio le sirvió para ser hábil con el balón. Hoy sueña con llegar a Europa.
En 2020 ya tuvo una propuesta de España, pero prefirió quedarse en el Ecuador y renovar contrato con Carneras. “No hay que forzar las cosas, las cosas llegan en el momento que uno no las espera”. (BST)-(D)
PUNTOS DE VISTA
– ¿Qué le falta al balompié ecuatoriano?
Yo digo que le falta más apoyo porque si el fútbol femenino tiene el mismo apoyo del masculino pudiera llegar mucho más lejos.
– ¿Cómo analiza a la futbolista cuencana?
A las jugadoras cuencanas les falta como más malicia, más roce, el fútbol lo tienen, pero sólo de eso no vas a vivir porque si vas y te enfrentas a jugadoras de otro país ellas tienen más recorrido, más malicia, solo con boquillarte ya te van a ganar.
– ¿Por qué tienen tanto éxito las jugadoras venezolanas en nuestro medio?
La mayoría de las futbolistas venezolanas que están afuera son de barrio, han vivido cosas que en Ecuador no han vivido. Yo digo que todo el sacrificio que hemos hecho se ve reflejado en la cancha, porque nosotros somos personas que no es que entrenamos una, dos horas, nosotros teníamos un técnico que nos entrenaba casi cinco horas, durábamos una hora corriendo.
Detalle
Geismar Cabeza tiene como referente al extremo venezolano Yeferson Soteldo, jugador del Santos FC y de la Vinotinto.
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