Este análisis -hecho entre más de 100.000 personas de todo el mundo entre noviembre y diciembre de 2019, antes del estallido de la pandemia,- representa a las regiones británicas de Escocia e Inglaterra con tasas de alcoholismo que superan en más del doble en cuanto a borracheras «graves» a países como España, Italia o Portugal.
Escoceses e ingleses afirman haberse emborrachado «gravemente» hasta ver afectadas sus facultades físicas y mentales y llegar a «perder el equilibrio y el habla racional» una media de 33 veces al año, lo que representa la tasa más alta entre los 25 países analizados por la compañía de investigación independiente.
La zona sur de Europa cuenta con los datos más bajos respecto a emborrachamientos «fuertes», encabezados por Portugal, Italia y España, con una media de 14 borracheras «serias» por año y persona.
La encuesta ha analizado el consumo internacional de alcohol y drogas. El alcohol se situó a la cabeza, con un 94% de consumidores durante 2019, seguido del cannabis con más de un 64% de consumidores mundiales y el tabaco con un 60,8%.
Mientras que la droga menos consumida internacionalmente ha sido la heroína, es, no obstante, la que más ha requerido de tratamiento médico de urgencia con más de un 12% de población mundial con intervención médica a raíz de su consumo, debido según el estudio.
CULTURALIZACIÓN DEL ALCOHOL
Los datos que posicionan al Reino Unido como el primer país del mundo con mayor tasa de población alcoholizada en 2019 se debe a una cuestión cultural, según ha explicado Adam R.Winstock, fundador de la Global Drug Survey de Londres.
Los ingleses y escoceses «ven el alcohol como una única forma de diversión y nunca han adoptado la moderación en lo que respecta a la bebida», según el análisis.
«Muchas otras culturas consideran el alcohol como un acompañamiento de un evento social y desaprueban la embriaguez en público pero nosotros lo hemos abrazado a menudo como una identidad cultural», ha explicado Winstock en el informe.
Otra encuesta realizada por la misma organización, el año pasado muestra que el 48% de los británicos encuestados afirmó haber bebido más desde el inicio la pandemia de la covid-19.
Más del 5% de los menores de 25 años en el Reino Unido han declarado haber buscado tratamiento hospitalario después de emborracharse en comparación a una media mundial del 2%.
La Global Drugs Survey ha advertido del peligroso problema que representa en el Reino Unido el consumo del alcohol, superior al de cualquier otra droga. EFE