Como ciudadanos/as valoremos a los postulantes, siendo patriotas en elegir al primer magistrado/a, que a su mejor criterio es el más honrado/a por antecedentes de gestión pública y privada sin favoritismos para familias o partidarios en desmedro del erario público, que no hayan sido apuntados por contraloría o la justicia ordinaria ante sospechas de corrupción, quienes acrediten preparación académica como en el servicio para administrar los recursos escasos del país con resultados favorables, además la empatía con las grandes causas nacionales en busca de la equidad y que no dieran muestras de autoritarismo, prepotencia y abusos en el ejercicio de una representación popular, etc…
Del listado anterior si entre los 16 postulantes no se encuentra ese perfil, al menos tomarle como referente al o la más cercano/a, en sus cálculos para el progreso nacional, sin repetir la candidez de ser presa fácil de ofertas demagógicas que jamás se cumplen, solo como ejemplo, las promesas de cirugía mayor para la corrupción o las miles de casas para los ecuatorianos que hacían colas para inscribirse en este que termino como engañoso programa, además mirar las relaciones de los candidatos/as desde su nominación con personas cuestionadas en las salas jurídicas del país con sentencias ejecutoriadas, que aspiran librarse de sus condenas a través de la llegada al poder, que desdice de una lid democrática en su máxima expresión.
Estoy persuadido, que el votante actual reflexionara en este corto tiempo que queda para los comicios, para un sincero veredicto, que permita contar a futuro con servicios dignos de salud alejados de componendas y robos insensatos, observados en la pandemia, una educación renovada para niños/as sin desnutrición que es un tema expuesto en el debate, como prioritario y en el campo biológico emergente, si queremos escalar en el nivel de vida de las personas, y una seguridad garantizada por una policía profesional que favorezca la libre movilidad y la productividad en el campo y la ciudad. La situación es compleja y por ello requerimos nuestras destrezas en escoger para el momento político actual a su mejor exponente. (O)
