En el Hospital Provincial de Medicina Integrada Tradicional China y Occidental, también conocido como el hospital de Xinhua, la doctora Zhang Jixian recibió el 26 de diciembre de ese año a una pareja mayor que se quejaba de fiebre y tos.
Cuando Zhang, que dirige el departamento de enfermedades respiratorias de ese centro, observó sus pruebas radiológicas (TAC) encontró que ambos tenían los pulmones infectados, aunque mostraban diferencias con la neumonía causada por virus comunes.
La doctora insistió a la pareja en que debía revisar también a su hijo, cuyo resultado exploratorio reveló las mismas anomalías que en las pruebas de sus padres.
Un día después, el hospital recibió otro paciente, que había estado en el mercado de Huanan -muy cercano al hospital- y que también tenía síntomas de fiebre y tos, además de las mismas imágenes pulmonares en el escáner.
ZHANG INFORMO EL 27 DE DICIEMBRE AL HOSPITAL
Los análisis de sangre de los cuatro indicaron que todos padecían infecciones virales, mientras que otros test descartaron la posibilidad de que se tratase de gripe.
Zhang, alertada por los extraños casos, informó el mismo 27 de diciembre a la dirección del hospital y aisló una sala en su departamento para ingresar a los cuatro pacientes.
Esta neumóloga está considerada por muchos como la primera que dio la voz de alarma sobre la nueva enfermedad en Wuhan.
Posteriormente, el 30 de diciembre, el oftalmólogo Li Wenliang avisó a otros colegas, a través de un grupo de mensajería de WeChat, que había visto un informe sobre siete casos positivos por coronavirus.
Li -que fue reprendido inicialmente por esa comunicación- contrajo él mismo posteriormente la enfermedad, a consecuencia de la que falleció el 7 de febrero en el Hospital Central de la ciudad, no muy lejos del de Xinhua.
PRIMERA REUNION PRESENCIAL CON LOS EXPERTOS CHINOS
Los 14 expertos internacionales de la misión de la OMS se reunieron esta mañana por primera vez de forma presencial con sus colegas chinos, en el hotel de las afueras de la ciudad donde se encuentran alojados desde que ayer concluyeron su cuarentena.
Por la tarde, se desplazaron al hospital de Xinhua, situado apenas a diez minutos del mercado de pescados y mariscos de Huanan, con el que se relacionaron muchos de los primeros casos del virus.
Igual que ayer, no se facilitó ningún programa a los periodistas, por lo que éstos tuvieron que perseguir por la ciudad durante más de 40 minutos a la comitiva de vehículos, para saber que iban a ese hospital, primer lugar que visitan sobre el terreno.
«Primera visita extremadamente importante. Estamos en el hospital que trató a algunos de los primeros casos conocidos de COVID-19, reuniéndonos con los médicos y el personal que hizo ese trabajo y manteniendo un debate abierto sobre sus detalles», escribió el zoólogo británico Peter Daszak, en la red social Twitter.
Daszak, que preside el grupo estadounidense EcoHealt Alliance, es uno de los miembros de la misión que conoce mejor China, donde hace 15 años estuvo investigando los coronavirus de murciélago en el sureste del país.
Los mensajes en Twitter de sus integrantes es la única información que se está haciendo pública sobre el trabajo de la misión, que, aunque concluyó ayer sus dos semanas de cuarentena, debe aún observar otras dos de supervisión médica, sin excesivo contacto con el exterior.
«China tiene un régimen de cuarentenas muy estricto. El equipo está saliendo ya, pero van en autobús a los sitios y no tienen ningún contacto con las comunidades, solamente tendrán contacto con los individuos que son parte del estudio», dijo hoy la portavoz de la OMS, Margaret Harris, en un intento de justificar las críticas sobre la opacidad de la misión.
Harris añadió que «están trabajando muchas horas y durante el fin de semana» y aseguró que visitarán el mercado de marisco de Wuhan y el Instituto de Virología, aunque no precisó cuándo.
VISITA AL MERCADO Y AL LABORATORIO AL FINAL DE LA MISION
Fuentes de la organización del viaje indicaron hoy a Efe que esas visitas no se producirán, en cualquier caso, durante estos primeros días y se harán posiblemente la última semana de las dos que restan para concluir la misión.
La anterior administración de EEUU aseguró reiteradamente que el origen del virus estaba en el laboratorio P4 de máxima seguridad del Instituto de Virología de Wuhan, algo negado por China y que tampoco considera probable la gran mayoría de la comunidad científica.
La hipótesis más plausible es la de que el coronavirus haya llegado al ser humano desde algún animal, posiblemente un murciélago de herradura, bien directamente o a través de un «huésped intermedio» como un pangolín o una serpiente.
Algunos científicos creen que el virus pudo estar adaptándose a los humanos durante un tiempo prolongado hasta alcanzar su gran capacidad de transmisión y contagio actual.
China ha destacado en los últimos meses la hipótesis de que el virus existía ya fuera del país en el otoño de 2019, antes de que fuese detectado en Wuhan y algunos expertos chinos no han descartado la posibilidad de que hubiese llegado al país asiático a través de productos congelados importados.
El portavoz de Exteriores chino Zhao Lijang dijo hoy que la misión «es parte de un estudio global», en el que los expertos de la OMS y los chinos «han estado trabajando juntos para trazar el origen del virus», pero rechazó que fuese «una investigación».
Los científicos internacionales tiene previsto examinar además los registros de los hospitales de Wuhan, las muestras de aguas residuales o las donaciones de sangre, además de entrevistar a los primeros pacientes y visitar granjas de animales salvajes. EFE