El fútbol femenino en el Ecuador cada año se esmera por llegar al profesionalismo. Aún las futbolistas tienen que dedicarse a otras actividades para subsistir. Es el caso de Andrea Acuña, una quiteña que decidió radicarse en Cuenca para ser el aporte que espera Carneras UPS FC en la Superliga Femenina 2021.
“Me gusta mucho la ciudad y creo que por ese lado disfruto mi estadía, además las chicas se han encargado de que me sienta súper bien en Cuenca”, indica la rubia jugadora que el pasado 11 de enero cumplió 30 años.
Ella se puso al frente de la sucursal que inauguró en la capital azuaya la empresa de venta e importación de tecnología que le abrió sus puertas en Quito. Ese espaldarazo y el apoyo incondicional de su esposo la motivaron a continuar luchando por sus sueños en el ámbito deportivo.
Será su tercer año en el club salesiano, el primero que está involucrada 100 % desde la pretemporada. En 2019 entrenaba en Quito y se integraba al plantel para los partidos. Esa dinámica se complicó en 2020 con la pandemia de la covid-19, por eso apenas pudo jugar un partido durante toda la temporada.
“Es duro dejar de jugar un año completo, es difícil, pero te das cuenta que hay nuevos talentos, nuevas jugadoras y Carneras es un equipo de chicas súper jóvenes que tuvieron la oportunidad de debutar, algunas ocuparon la posición que tenía en el campo de juego y feliz por ese lado”.
Andrea se proyecta uno a dos años más el balompié competitivo. Está convencida que el espacio debe quedar libre para las nuevas figuras quienes, a diferencia de sus inicios, ya vienen con un proceso de formación en academias o clubes exclusivos de fútbol femenino.
“Desde chiquita me gustaba jugar la pelota con mis primos, con mi papá quien fue la persona que me enseñó un poquito la parte técnica. Me acuerdo que al principio había muy pocos equipos que recibían mujeres”.
En los campeonatos que organizaba la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha jugó con las categorías sub-12, sub-14 y sub-16 de la Liga Deportiva Universitaria. «El equipo era solo de varones y era la única mujer. A los 18, 19 años tuve la oportunidad de jugar en Universidad Católica y luego pasé a Ñañas”.
Aunque juega como volante de marca o creación, asegura no tener problema si le necesitan como falso 9. “Soy de repartir mucho el balón, me gusta bastante jugar con los volantes 5, creo que soy una jugadora relativamente de creación, obviamente si se puede marcar un gol lo voy a hacer”.
De Carneras destaca el trato profesional que reciben las jugadoras tanto de parte del Directorio como del cuerpo técnico encabezado por Edisson Méndez. “Este año queremos pasar de cuartos de final, queremos romper esa barrera y seria súper chévere llegar a campeonar, es lo que deseamos todas”.
Su referente es la delantera venezolana Deyna Castellanos con quien incluso coinciden en el gusto por el Periodismo. En 2016 Andrea obtuvo el título de Licenciada en Comunicación Organizacional y Relaciones Públicas en la Universidad San Francisco de Quito. (BST)-(D)
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