La diferencia de votos entre el segundo y tercer candidatos en las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Ecuador se ha reducido en las últimas horas a poco más de 4.200 votos.
Así lo indica el recuento oficial del Consejo Nacional Electoral, según el cual, con el 99,71 de las actas escrutadas, Pérez obtiene el 19,65% y Lasso el 19,60%, una diferencia de 0,05 puntos equivalente a 4.252 votos.
Se trata de menos de una décima parte de los votos que separaban a ambos el lunes por la mañana, recién concluido el proceso electoral y cuando el escrutinio superaba el 95%.
Desde entonces la diferencia, crucial para ver quien pasa al balotaje de abril junto al ganador, el candidato correísta Andrés Arauz, se ha ido reduciendo progresivamente, dando pié a acusaciones de fraude de parte de Pérez.
La reducción se desprende del recuento de varios centenares de urnas que quedaban -ahora solo quedan 117- y de la revisión de unas 4.000 actas sobre las que pesaban todo tipo de incidencias.
Según los datos del CNE, aún quedan por revisar de nuevo 1.258 actas, lo que supone alrededor de 440.000 votos, lo que puede dar un vuelco al resultado de los dos candidatos que se están jugando el pase a segunda vuelta.
La puja mantienen en vilo al país desde el lunes, en particular porque desde el movimiento indígena han hecho advertencias de movilización para defender la que consideran la voluntad popular, lo que a muchos ha recordado la ola de violencia de octubre de 2019.
Además, Pérez ha acusado a líderes de los otros dos movimientos de «meter mano» en el recuento para impedirle pasar a la segunda vuelta.
Una explicación frente a las acusaciones de fraude, es que el escrutinio en estos momentos procede de la zona de Guayas, donde Lasso cuenta con mayor apoyo, al igual que Arauz.
El bastión del movimiento indígena estaría en la Sierra (la cordillera andina) y la Amazonía.
Analistas locales han explicado que al correísmo le conviene disputarse la segunda vuelta con Lasso, para que haya una contraposición clara de visiones políticas, dado que Pérez forma parte también de la izquierda y le sería más complicado arrebatarle los votos en ese sector del mapa político. EFE