Hasta dos meses de espera llevan madres de familia como Catalina Pérez, para conseguir una vacuna pentavalente para su hijo de 6 meses de nacido. Tiene temor de que el niño se enferme y no tiene dinero para cubrir el costo de una inmunización en el sector privado.
Desde el 29 de enero los centros de salud de la Cuenca no cuentan con la vacuna pentavalente, si bien se cumple un proceso de vacunación de influenza, esto no reemplaza a la inmunización que requieren los niños.
El pediatra Carlos Romero señala que el sistema inmune de los niños es mucho más vulnerable que el de un adulto, por lo que requieren una inmunización para evitar contagiarse, en este caso, de difteria, tosferina, tétanos, Hib tipo B y hepatitis B.
Resalta que, si bien algunas enfermedades como la difteria no se han reportado desde hace al menos seis años en el país, la postergación de la inmunización infantil en la etapa más fuerte de la pandemia por miedo al contagio de COVID, combinada con el retraso por falta de vacunas, puede traer de vuelta a este tipo de males, que pueden ser mortales.
Romero comenta que en el sector privado las vacunas si están disponibles y su costo varía entre 60 y 80 dólares fuera de la consulta médica y el chequeo respectivo, pero esto, comenta, no es una solución.
“Es una obligación del Estado mantenerse al día con las vacunas porque este no es un problema particular de cada familia, se trata de un problema de salud pública que debe ser atendido” afirma.
Hasta el cierre de esta edición el Ministerio de Salud Pública (MSP) no emitió información acerca de las razones o posibles soluciones a la falta de vacunas, a nivel zonal se señaló que no se ha autorizado un vocero por parte de planta central en Quito para hablar sobre el tema. (I)