Los alcaldes de Quito y Guayaquil, Jorge Yunda y Cynthia Viteri, exigieron este jueves al Gobierno de Ecuador que les permita la adquisición directa de vacunas contra la covid-19, dada la lentitud con la que, a su juicio, las autoridades estatales llevan a cabo el proceso de vacunación.
«Lo haremos con o sin autorización y asumiré todas las consecuencias, pero no permitiré que se deje en la infección a mi ciudad», advirtió Yunda, médico de profesión, por redes sociales.
El alcalde agregó que cuenta con «20 millones de dólares» para la operación de compra, y que «la inmunización es prioritaria para la reactivación económica» de la ciudad.
«Si no vacunamos a la ciudad, no vamos a salir de esta tragedia y especialmente de la pobreza», apuntó en un videocomunicado.
Quito, foco de la pandemia
El alcalde, que llegó al cargo en 2019, ya había presentado una petición similar al Gobierno de Lenín Moreno a finales de diciembre, pero éste ha preferido hasta ahora mantener la vacunación bajo su potestad, entre otras, para evitar la especulación y el que sean privilegiados ciertos sectores que no son prioritarios.
Quito es el foco de la pandemia con 87.444 casos de contagio de los 269.860 a escala nacional, un 32,4 %, y las vacunas están llegando a la ciudad con cuentagotas, se queja el regidor.
Hasta ahora apenas han llegado al país unas 24.500 en dos lotes separados de alrededor de 8.100 y 16.380 dosis, estas últimas ayer miércoles.
«Creemos que la única alternativa que existe para poder frenar el número de muertes y casos graves es que el Gobierno Nacional le permita al Gobierno local traer las vacunas para poder atender a la población más vulnerable y a quienes se encuentran en constante contacto con la gente», dijo por su parte la alcaldesa de Guayaquil, foco de la pandemia entre marzo y abril de 2020.
En un encuentro este jueves de representantes de las cámaras de la producción de la ciudad y gremios médicos, lo participantes analizaron el proceso de vacunación que lleva adelante el Ministerio de Salud Pública (MSP), y concluyeron que «marcha muy lento», según un comunicado del Municipio.
Privatizar la vacunación
Por ello, Viteri solicitó al Ejecutivo de Moreno «que podamos traer libremente las vacunas controlando el precio y la calidad de las mismas».
«La empresa privada puede poner la vacuna a sus trabajadores y el Municipio se encargaría de los sectores más vulnerables y de primera línea», aseguró.
En la llamada Perla del Pacífico hay en estos momentos 23.408 casos de contagio, con un repunte en las últimas semanas que preocupa a las autoridades del Municipio.
Por el momento el Gobierno de Moreno, que concluirá sus funciones el 24 de mayo, no ha dado respuesta a las exigencia de los dos alcaldes.
Además, la exigencia de Yunda se produce en momentos en que el burgomaestre ha sido vinculado esta semana a un caso de peculado (malversación de fondos públicos) por la compra el año pasado de pruebas PCR, en la que el contrato fue suspendido con pérdidas para la ciudad porque la empresa contratada no suministró el producto seleccionado sino otro de menor calidad.
Yunda dijo tener la conciencia tranquila y aseguró que lo hizo porque su vocación será siempre la de «salvar al prójimo» y porque de lo contrario en su ciudad habría «miles de muertos» como ha ocurrido en otras urbes.
«Estamos indefensos, nadie nos da vacunas, ni comen ni dejan comer», se quejó del Ministerio de Salud, y dijo estar dispuesto a «asumir todas las consecuencias» legales del caso si tiene que importar las vacunas sin autorización gubernamental.
El Gobierno ecuatoriano ha anunciado la importación este año de 18 millones de vacunas: seis millones de dosis de Pfizer, 5,04 millones del consorcio británico AstraZeneca y otros 7,05 millones de la iniciativa Covax-Facility, apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Frente a las críticas, el Gobierno asegura que en la cuarta semana de febrero llegará al país un nuevo lote de 17.550 dosis; a lo largo del mes de marzo, en entregas semanales, alrededor de 150.000, y un número parecido en abril.
Su objetivo declarado es ampliar cada vez más el rango de vacunación hasta conseguir la inmunización de unas 9 millones de personas, el 60 por ciento de la población en este año. EFE