Respecto a 2017, en el padrón electoral de 2021 se incrementaron 254.655 votantes, aunque acudieron a las urnas 179.513 personas menos a votar por cierto candidato.
Los votos nulos pasaron del 7,04 % al 9,55 % y los blancos de 2,73 % a 3,10 % tendencia que en promedio se mantuvo en todas las provincias del país.
El ausentismo fue cercano al 19 %, con lo cual se deduce que los datos resultantes de esta elección han sido sólidos y consistentes, sin existir ningún indicio, al menos en el proceso del voto y el conteo, o sospecha de haberse producido un fraude electoral.
Eso sí, el proceso electoral desde un inicio ha sido plagado de irregularidades, las cuales hemos mencionado por varias ocasiones en esta columna. El CNE no dio la talla, y quizás fue la única elección errada que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio, en su afán de devolverle institucionalidad al país, cometió.
Una simple deducción matemática no pudo ser manejada con un mínimo de criterio por Atamaint, confusa, nerviosa, llena de miedos e imprecisiones que son fatales cuando se habla de un empate técnico. A esta hora, de manera inexplicable todavía quedaban 3 actas con novedad pertenecientes a la circunscripción de EE.UU. y Canadá, y podría darse el hecho que cuando esta edición esté en circulación ya se haya completado el 100 % del conteo. Lasso ganó de manera clara su paso a la segunda vuelta electoral con cerca de 33.000 votos sobre el candidato Yaku Perez.
Un triunfo sufrido, peleado voto a voto, con la presencia en los recintos electorales de los delegados de los partidos, que deberá ratificarse en los próximos días, luego de absolver los reclamos que siempre existirán.
Pérez dice que los resultados son legales, pero no legítimos, y en su alocución desesperada y violenta, mutada de su aparente calma y sosiego con la cual se presentó antes de las elecciones, moviliza a sus partidarios hacia Quito. Esta vez el país no permitirá ningún desmán como el de oct ubre de 2019. Hay que saber perder, para entender el juego democrático. (O)