La próxima Asamblea Nacional de Ecuador será un foro fragmentado en el que cualquier candidato que salga elegido presidente del balotaje del 11 de abril tendrá serios problemas para consolidar mayorías.
Y es que, según los resultados aún preliminares de las elecciones del pasado 7 de febrero, ningún partido o movimiento político tendrá mayoría en la Asamblea Nacional, de 137 escaños.
«En cualquiera de los casos, en este momento, no tenemos ni mayoría simple. Todo va a necesitar de alianzas estratégicas entre los partidos y las bancadas que se formen», dijo a Efe la consultora política Wendy Reyes.
UNES SERÁ LA MAYOR BANCADA
La alianza Unión por la Esperanza (Unes), afín al expresidente Rafael Correa, podría tener unos 47 escaños, lo que la convierte en el grupo político de mayor presencia en el Parlamento, pese a lo cual necesitará alianzas pues está lejos de la mayoría absoluta (69 asambleístas).
El movimiento Pachakutik, que representa a sectores indígenas, rurales y sectores sociales y está encabezado por el candidato Yaku Pérez, tendría 22 representantes, la segunda bancada más importante, seguida de la Izquierda Democrática (ID), con 18.
Vienen detrás el Partido Social Cristiano (PSC), con 14 escaños, y el movimiento CREO y sus alianzas, con 11, dijo la experta con base en datos de TWR Consultores Estratégicos, ya con la totalidad de actas computadas.
CREO y PSC respaldan la candidatura del centroderechista Guillermo Lasso quien, según los resultados oficiales disputaría el balotaje con el correísta Andrés Arauz, si es que las reclamaciones de Pérez no conducen a un cambio en las posiciones.
Si la alianza conservadora se extiende a la acción legislativa, podrían formar una bancada de 25 escaños.
En las elecciones del 7 de febrero los ecuatorianos eligieron presidente y vicepresidente, que siguen pendientes del balotaje, 137 miembros de la Asamblea y cinco del Parlamento andino.
COMPLEJO PANORAMA
La nueva legislatura de la Asamblea debe comenzar el 14 de mayo, diez días antes de que asuma el ganador de la segunda vuelta del 11 de abril, que reemplazará a Lenín Moreno en la Presidencia.
Según el reglamento, la sesión de inauguración la dirigirán los tres candidatos más votados, por lo que Reyes considera que a la cabeza irá la representante de Unes con mayor votación, Pierina Correa (hermana del expresidente).
El segundo sería el representante de Pachakutik, Salvador Quispe, y la Secretaría la tendría Wilma Andrade, de la ID.
En ese primer encuentro se designará a las autoridades del legislativo para los dos años siguientes, que requerirán de un consenso transpartidista.
«Cualquier persona podría ser presidente (de la Asamblea) y esto ya va a depender de cómo las bancadas han decidido tener mayoría», comentó Reyes, docente de varias universidades, entre ellas, la George Washington.
Recordó que en 2013, la bancada oficialista tuvo 100 de los 137 escaños, «y todo pasaba fácil porque no había necesidad de negociación», pero «ahora todo va a ser bastante más complejo, va a depender también de quién gane las elecciones» presidenciales, lo que abre varios escenarios de alianzas.
UNIDAD ANTE LA CRISIS
«Será necesario el diálogo» no sólo para las elecciones de autoridades, destacó, sino también para crear las comisiones, y asegura que cualquiera que gane la Presidencia «lo tendrá difícil» en la Asamblea.
La legislatura que termina actualmente comenzó con un predomino de 74 asambleístas de Alianza País, el partido de Moreno, que poco a poco se fue diluyendo hasta cerrar con 26, poniendo en aprietos al presidente y sus ministros.
Uno de los resultados de esta fragmentación fueron los sistemáticos ajustes de cuentas a través de juicios políticos y que llevaron al acoso permanente de figuras clave del gobierno, algunas de las cuales fueron sancionadas, como la de Interior, María Paula Romo.
Reyes considera que, por ello, quien llegue a gobernar debería anteponer la «bandera de Ecuador» antes que la de su agrupación política, pues «ahora es el momento de sacar al país de la crisis» en la que se encuentra por una abultada deuda y la pandemia de la covid-19.
E insta al Parlamento a abordar la crisis como primera parte de su agenda, ya que el Ejecutivo puede necesitarlo para aprobar proyectos que busquen paliar las dificultades económicas de la población. EFE