En las redes sociales se desató una supuesta teoría conspirativa del magnate Bill Gates, quien está apoyando a mejorar la tecnología para el acceso a las vacunas; de ahí el término que fue acuñado por los medios de comunicación, luego del escándalo de las vacunaciones irregulares contra el covid-19 a altos funcionarios en Perú empezando por el expresidente Vizcarra. Ecuador no quedó al margen del escándalo de corrupción cuando el Ministro de Salud, fue convocado por la Fiscalía para rendir versión sobre el presunto delito de tráfico de influencias al vacunar a su madre y otros familiares.
El problema se agravó cuando fue público que el ministro dirigió cartas a los rectores de universidades, invitándoles a ser parte del plan de vacunación, que en sus propias palabras era el inicio del fin de la pandemia. A pesar de que los asambleístas declararon como información pública y desclasificada la información relativa al manejo de la pandemia y a la compra de vacunas, hasta la fecha no hay respuestas claras de cuándo seremos vacunados.
Cuando está por terminar el período 2017 – 2021 para el cual fue electo este gobierno, nos vemos sumidos en esta práctica ilegal del conocido tráfico de influencias, utilizando las relaciones privadas de poder para influir en el gobierno, a través de un trato preferencial de algunos, sobre el común de los ciudadanos. (O)
