El análisis de la reforma a la ordenanza que regula el uso y la ocupación del suelo en Cuenca pasó casi desapercibida el pasado 12 de febrero, última fecha en la que se reunió el Concejo Cantonal; pero detrás del largo nombre se debate un tema relevante: el costo de los terrenos en la ciudad.
Cuenca es una de las 15 ciudades de Latinoamérica con el costo más alto de terrenos para la vivienda. Según un estudio de la firma privada Properati, el precio a pagar por cada metro cuadrado puede superar los 1.000 dólares.
La reforma a la ordenanza no trata específicamente de ese tema, pero sí hace énfasis en permitir que en Cuenca se desarrollen proyectos de departamentos y oficinas de mayor altura en las zonas consolidadas de la ciudad.
Incentivos
El proyecto, que ha sido socializado con el Colegio de Arquitectos de Cuenca y la Cámara de la Construcción, establece además incentivos tributarios para que los promotores inviertan en este tipo de iniciativas.
Robert Murillo, representante del sector de la construcción, sostiene que esto permitirá que el sector de la construcción, que sufrió pérdidas en los primeros meses de la pandemia por la paralización total de labores, tenga un impulso económico.
Recalca que ese sector es un dinamizador de la economía local, puesto que la cadena de valor incluye desde ferreterías hasta mano de obra y puestos de comida para la alimentación de los obreros, hasta diseñadores y profesionales experimentados.
El Municipio considera además que, al crecer en altura, la ciudad no seguirá extendiéndose hacia las afueras con lo que se ahorra en la ampliación de redes de servicios básicos y carreteras.
Carestía
Pero para urbanistas como Josué Vega, quien fue director de Planificación de la Municipalidad de Cuenca en la actual administración, no todo es positivo en la normativa planteada ante el Concejo Cantonal.
Vega, al igual que un grupo de profesionales en temas de urbanismo, sostiene que el permitir edificios más altos en zonas consolidadas, el valor del suelo en estos terrenos se elevará.
“Si antes alguien tenía un terreno que tenía un valor X, porque ahí se podía construir dos pisos, si en ese mismo lugar ahora se pueden construir 4 pisos el valor del suelo aumenta de forma automática” señala.
Esto, según los urbanistas, hace que si bien los tenedores de tierra se vean beneficiados, en contraparte se niegue la posibilidad económica que puede tener un ciudadano común para adquirir lotes en zonas consolidadas de la ciudad debido a su alto valor.
Ejemplos
En Cuenca ya hay ejemplos de esta sobrevaloración del suelo. En las inmediaciones de la avenida Ordóñez Lasso, donde se ubica parte de los edificios más altos de la ciudad, hay terrenos que cuestan entre 750.000 y 1.600.000 dólares según Properati.
Vega sostiene que el alto valor de los suelos hace que la gente se expanda a la zona rural en busca de terrenos más baratos, lo que incluye a los pequeños promotores inmobiliarios que cada vez buscan zonas más alejadas para urbanizaciones privadas, cada vez más caras.
Concejales en desacuerdo
En el primer debate de la normativa, varios concejales se mostraron contrarios a apoyar la norma tal y como está planteada. Solicitaron al Municipio un informe técnico y talleres para tratar a fondo los planteamientos hechos tanto por el Colegio de Arquitectos como por los urbanistas.
El concejal Roque Ordóñez señaló que, además, les preocupa la disposición que permite aprobar cambio de uso de suelo en zonas rurales de la ciudad sin la aprobación previa del Concejo Cantonal y otros aspectos de la reforma. (I)