Con impaciencia hasta disponer vacunas que evitan complicaciones graves de COVID-19, entendiendo que no es fácil adquirir si la demanda supera a la oferta, y no se difunden gestiones para su disposición, siendo tan pocas que llegan al país para considerar algún impacto, como por ejemplo empieza a sentirse en Chile, que alcanza a casi tres millones de gente protegida, mientras nosotros conocemos invitaciones a rectores de universidades para vacunarles, que al menos dos han agradecido sin aceptar, recalcando que esperan cuando el turno permita de manera honrada.
Se inicia la inmunización al personal que batalla en la atención a enfermos de coronavirus, sin embargo, reclamos de funcionarios del sector, evidencian contrariedad al no haber sido los involucrados en el cuidado favorecidos en esta fase, con denuncias de haberse direccionado a otros grupos, que no explican las autoridades, ante sospechas de malos manejos en la priorización y su ejecución. No aprendemos como hacen otros países, que, por actuaciones desaprensivas en Argentina y Perú, en el plan de vacunación, los mandatarios han expulsado del gobierno a burócratas implicados en estos despropósitos que enervan a la gente, independiente de responder a la justicia ordinaria.
Qué pena que, en vez de preparar la logística para el proceso masivo de prevención, con colaboración de todas las esferas políticas, económicas y sociales, que claman participar incluso en la importación de vacunas, estemos sin saber cómo, cuándo y con qué se ejecutará para el ciudadano de a pie, la fase intensiva de inmunización, que permita avizorar la recuperación económica de la población. Esperamos que no sigamos perdiendo el tiempo y consigamos los biológicos, considerando que es una tarea nueva para el control de una epidemia antes nunca vista, que aun con la experiencia favorable del MSP, cuando era bien administrado en el proceso de control de enfermedades inmuno prevenibles, la actividad requiere de componentes distintos y con capacitación efectiva para la diligencia en locales amplios y seguros. ¿Hasta Cuándo nos activaremos eficazmente y sin privilegios reprochables? (O)