En concreto, son los menores de edad y las mujeres refugiadas o migrantes el grupo que se encuentra en mayor riesgo y vulnerabilidad ya que el empleo es escaso, sufren violencia de género, discriminación, limitaciones en el acceso a los servicios y limitaciones para lograr un status regular en el país, entre otros.
«Estas cifras evidencian una de las tantas facetas de la discriminación de género que enfrentan las mujeres venezolanas y los múltiples efectos negativos para sus hijos y menores a cargo, teniendo en cuenta que un gran porcentaje de las familias son monoparentales y de jefatura femenina», dijo la coordinadora del Programa Regional de Respuesta a la Crisis Venezolana de Plan, Anyi Morales.
Los datos del estudio, elaborado por Plan International junto con sus socios Copeme y Terranueva, muestran que en Ecuador el 77 % de los hogares venezolanos viven en situación de hacinamiento y en Perú un 50 % de las familias.
La pandemia aumentó el riesgo de desalojos debido a la crisis económica, ya que el «trabajo independiente» entre venezolanos sigue siendo mayor que entre la población local: en Perú se sitúa en un 83,2 % y en Ecuador el 70,9 %.
En cuanto a la educación, en Ecuador sólo un 52,5 % de menores están matriculados, mientras que Perú la tasa se sitúa en un 69,1 %, a la vez que en ambos países las personas refugiadas y migrantes en su mayoría no cuentan con ningún tipo de seguro de salud.
El estudio también evidencia la discriminación por género, pues el 58,4 % de las mujeres refugiadas y migrantes de Perú y Ecuador denuncian cifras más altas de marginalidad, en comparación a los hombres venezolanos.
Esto también se ve reflejado en el ámbito laboral, ya que en Perú el 65,5 % de las mujeres trabajan frente al 98 % de los hombres, y en Ecuador, 20,6 % de las mujeres frente al 42,5 % de los hombres.
La crisis de Venezuela ha provocado la salida de más de 5,5 millones de personas del país, el 25 % de ellos menores. La mayoría se encuentran en la región de la América, estimando que en Ecuador viven más de 415.000 personas venezolanas, y en Perú más de 1,4 millones. EFE