El Colegio de Arquitectos del Azuay, la Cámara de Construcción y el gremio de constructores positivos se suman al debate sobre la reforma que el Concejo Cantonal trata en Cuenca sobre la regulación y uso de suelo.
La reforma a la normativa establece condiciones para un crecimiento en altura de edificaciones en puntos de la ciudad donde dicha elevación sea posible, la oportunidad de que el cambio de uso se dé a través de informes técnicos y no de la aprobación del Concejo Cantonal y fortalece la ocupación de terrazas.
La normativa ha sido señalada por urbanistas como Josué Vega, exdirector de planificación del Municipio, como un error, puesto que a su criterio esto podría elevar el precio del suelo y hacer que terrenos en zonas consolidados sean inaccesibles económicamente.
Pero los representantes del gremio consideran que la ordenanza es positiva. Robert Murillo, quien hasta este fin de semana dirigió el Colegio de Arquitectos, señala que la elevación de los pisos está regulada y supone una oportunidad de inversión para el sector.
María Cristina García, presidenta de la Cámara de la Construcción, sostiene que la reforma da una oportunidad al sector de mejorar su economía, que destaca, tiene tras suyo una cadena de proveedores, profesionales y mano de obra que tiene el poder de mover un 25 % de la economía de la ciudad.
Javier Ordóñez, representante de constructores positivos, afirma que el valor del suelo no se encarecerá con la normativa “aceptar algo así sería darse un tiro en el pie, estamos seguros de que no pasará” comenta.
La reforma ya fue conocida en primer debate y el Concejo Cantonal espera tratarla de manera definitiva en las próximas semanas. (I)