MUJER, palabra sagrada y terrenal; que significa hidalguía, corazón inconmensurable, nobleza sin límites, amor infinito.
Creo en la transparencia de tu diáfana y cálida mirada, a través de tus ojos soñadores, que derrochan armonía y sosiego a raudales; en tu valor y empeño para afrontar el destino con orgullo y dignidad; en el desgaste diario de tu sacrificado y laborioso trabajo, muchas veces incomprendido y peor reconocido.
Creo en el amor puro, sin límites, que derrochas en cuidar y proteger a tus hijos, para que vivan con decencia y honestidad. Creo en tus propuestas y en tu sabiduría, en tu madurez y en tu inteligencia, así como en tu gallardía e integridad.
Luchadora irrenunciable de tus derechos; Jamás tus horas de labor se ciñen al reloj ni al calendario; cada día te levantas antes que el alba blanquee el firmamento, y te acuestas cuando el crepúsculo se transforma en las primeras horas de la madrugada.
Creo en tu voz invariablemente sincera, efusiva y espontánea, así como en tus consejos francos y abiertos que dejan huellas imborrables. Como abuela, madre, esposa, compañera, hermana, hija, amiga, eres fuente inagotable de toda virtud y admiración, sin tu presencia la vida no fuera humana.
Creo en tus manos gastadas por el dignificante trabajo, que tejen a diario poemas de comprensión, paciencia y devoción; en Ti el tiempo no muere, perdura; ya que eres campo fértil de trigo abierto, pasiva como la hierba dormida; tienes alas grandes para volar lejos, ansias enormes para llegar pronto; sois sonrisa de puerta abierta, de amplia y desenfrenada sinceridad.
Eres armonía de arpegios que dan alegría, paz y sosiego a nuestras vidas; siempre estas presta y solícita para acoger y calmar las quejas dolidas; nunca escondes tus plegarias, prodigando suplicas en búsqueda de verdad, justicia y solidaridad para los más necesitados.
Creo en tu coraje, empeño y valentía, para sobreponerte a la injusticia, al engaño y hasta la humillación de los explotadores.
Mi admiración y mi respeto por Ti Mujer, que dejas impregnadas tu piel y el corazón en todas las actividades que te toca desempeñar, y que con tu ejemplo has engrandecido y seguirás contribuyendo para sacar adelante el futuro de nuestro País. Felicidades en tu día. (O)