Es una imaginativa propuesta del Museo del Sombrero de Paja Toquilla, una “marca ciudad” que, identificando a Cuenca con su riqueza paisajística, histórica y cultural; debidamente socializada y empoderada entre los cuencanos, creativamente promocionada a nivel local, nacional e internacional, contribuya a recuperar e incrementar el flujo turístico, tan venido a menos, en el marco de la pandemia y la “nueva realidad” que nos toca vivir.
Llamar a Cuenca “Ciudad Museo”, es definirla como una urbe que ofrece, en forma ordenada, sus componentes naturales y culturales, a manera de colecciones, para ser conocidos, entendidos y disfrutados por el visitante; su componente geográfico sostenido en un valle milenario, colinas y páramos circundantes que originan sus ríos y el agua que vivifica; un complejo arqueológico que da cuenta de un pasado nativo cañari e inca y una cosmovisión que direccionó su existencia; un centro histórico patrimonial y sus componentes arquitectónicos: traza, catedrales, iglesias y edificaciones como muestrario de un pasado colonial y el sinergismo derivado; un circuito de museos como inventario de su desarrollo cultural en sus diferentes facetas; una genuina oferta artesanal que tiene su máxima expresión en el sombrero de paja toquilla; una diversidad gastronómica que acrecienta su condición cosmopolita; conventos, bibliotecas, universidades, galerías, como informadores de su creciente vocación espiritual, intelectual y artística.
La marca “Ciudad Museo”, sería como poner en valor, con una finalidad turística específica, las cualidades que contribuyeron a reconocimientos como Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, al sombrero de paja toquilla, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, al Cajas como Reserva Mundial de la Biosfera, el mejor Mercado de Flores al aire libre del Mundo, entre otras. En suma, una ciudad que se ofrezca al turismo con genuino guión propio. (O)