No describo al ser humano, sino de nuestro hogar la tierra: El paciente esta grave; los síntomas son muchos. Tiene el aliento fétido, le han encontrado toxinas en los fluidos corporales, su temperatura es muy alta y no hay formula de bajársela…A la situación descrita debo añadir según los expertos, que cuando se busca atacar unos síntomas, aparecen otros en diversas partes del cuerpo. Si fuera un ser humano, los médicos dirían que se trata de un enfermo crónico en fase terminal; y se limitarían a prestarles cuidados paliativos hasta que le sobreviviera la muerte.
La contaminación del aire, el envenenamiento de las aguas, los desechos tóxicos y el calentamiento global, son solo unas cuantas dolencias. Su estado es grave, los expertos no saben qué hacer. Los medios de comunicación, como este Diario no cesan de señalar la precaria salud de la Tierra: “En el mundo se exportan anualmente más de 40.000.000 de basura toxica”, “Casi los dos tercios de los 1800 posos del Japón están contaminados”, “La sobrepesca afecta agrandes sectores del mar. Y la tendencia continua…Cada año se captura y se devuelven al océano entre 20 y 40.000.000 de toneladas de criaturas marítimas generalmente heridas o muertas. ¿Por qué se la desechan? Son piezas no deseadas que se recogen accidentalmente en las redes.
Algunos nos habituamos a oír el peligro, y se llega a pensar, mientras a mí no me afecte, no hay razón para preocuparse. Reconozcamos o no, la destrucción del medio ambiente afecta a la gran mayoría de la humanidad; y es probable que ya perjudiqué a más de un aspecto de nuestra vida. Todos deberíamos interesarnos por la salud y la conservación del planeta. Cada -15-dias examinaremos varios factores, que padece nuestro planeta de una grave enfermedad. (O)