Esta es la segunda ocasión que escribo sobre Yanahurco, es una hacienda que tiene sobre las 28 mil hectáreas, es decir es más grande que el Parque Nacional Cajas, tiene un plan de manejo ambiental y estaba dirigida por el ingeniero Fernando Cobo quien acaba de fallecer. Allí hace poco tenían la cría de ganado bravo y de caballos parameros, luego se quedó solo con los caballos para dedicarse al turismo y el recorrido a caballo. Se encuentra junto al Parque Nacional Cotopaxi, se ingresa por Machachi o Laso y se localiza entre los nevados Cotopaxi, Sincholagua y Antisana.
En Yanahurco se encontraba la Fundación Cóndor, es un lugar de páramo hermoso, tranquilo, silvestre, el que permite un íntimo contacto con la naturaleza en donde viven en paz decenas de venados, coyotes, llamas, osos de anteojos, aves rapaces, el cóndor, el gavilán y la curiquinga han encontrado ahí su hogar, un turista decía que es un pedazo de cielo en la tierra, es sin duda un paraíso de la naturaleza, es un páramo frío, más bien dicho helado, que va desde los 3.500 a los 4.500 metros de altura.
Pues bien, la hacienda Yanahurco estaba manejada por un hombre apasionado por el cuidado de la naturaleza, enamorado del pajonal y de los caballos parameros, su vida la desarrolló junto a la soledad y a esas inmensas cabalgatas que realizaba, hoy Fernando Cobo cabalgará con sus chúcaros por los caminos de la eternidad. Fernando era un hombre sencillo, amable, cariñoso, muy ilustrado, casi toda su vida la dedicó al cuidado de su gigante hacienda en que los límites se pierden en el infinito. Fernando Cobo deja a Yanahurco, a su naturaleza, a sus animales silvestres y a sus amigos sumidos en la más profunda tristeza. (O)
