Un formato con preguntas que trataban al mismo tiempo hasta cinco ejes y temáticas, un sistema de réplica que no obligaba a los candidatos a enfocarse en el tema central de la pregunta y un cruce de ataques impidieron que los presidenciables profundicen sus propuestas en el debate del domingo.
En juego estaban votos de los indecisos que en la primera vuelta dieron su voto por los candidatos Yaku Pérez Guartambel o Xavier Hervas, quienes afincaron sus discursos, entre otros temas, en la protección del ambiente y el respeto por los derechos de grupos vulnerables.
En el Azuay, una de las provincias que es vista por los analistas políticos como uno de los campos fuertes de la batalla por los votos, Yaku Pérez obtuvo en la primera vuelta 42,17 % de sufragios y Hervas el 15,07 %.
Angélica Abad, Politóloga, docente de la Universidad de Cuenca y parte de la Red de Politólogas, considera que el ganador del debate fue Guillermo Lasso, pero explica que en las redes sociales esa ventaja no es notoria.
Considera que los votos de los electores indecisos no se definieron en el debate. “Los candidatos nos dieron muy pocos insumos como para analizar si llegaron o no a los electores indecisos” señala Abad, quien además considera que el universo de votantes que realmente vio el debate es limitado.
Por su parte, Francisco Escandón, analista político que fue parte activa de la campaña presidencial de Yaku Pérez, sostiene que entre los electores del líder de Pachakutik aún se está hablando sobre el presunto fraude electoral y se busca posicionar el voto nulo por lo que el discurso presentado por los candidatos en el debate no mueve las fibras de los electores de dicha tendencia.
“Los candidatos se dedicaron a endilgarse las responsabilidades del desastroso gobierno de Lenin Moreno, no se acercaron a los temas ambientales o de género que captaron la atención de los votantes de Yaku Pérez”, comentó.
Para el analista, si bien el voto nulo difícilmente llegará a ganar las elecciones, se ve fortalecido cuando ninguno de los candidatos logra captar la atención del votante. “Una votación alta por el nulo puede restar legitimidad al Gobierno” advierte.
La Comunicadora Política y docente de la Universidad del Azuay, Caroline Ávila, coincide en que el formato del debate no ayudó a que los candidatos puedan presentar más ideas y menos ataques. “Finalmente en ese momento posterior al debate, que es el que muestra las ideas que quedan en el elector, no vemos mucho más que algunas muletillas”, comenta.
Para Ávila buena parte del electorado de Pérez y Hervas ya tiene decidido por quien votar y esto no precisamente tiene que ver con el debate del domingo, sino con las posiciones de los candidatos durante toda la campaña y también por los errores del actual Gobierno que termina endilgándose a uno u otro presidenciable. (I)