Todos los medios de comunicación evocan en varias regiones del mundo de catástrofes medioambientales que van ocurriendo a diario. Tanto personas comunes como influyentes han dado la voz de alarma. Algunos se limitan a informar de los problemas medioambientales cuando guardan relación con su trabajo. Otros han hecho público su opinión mediante acciones; así como diversas organizaciones han dado advertencias sobre la amenaza contra el medio ambiente. Entre ellas se encuentra la UNESCO, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente; otros como Greenpeace, que es famosa por enviar activistas a puntos ecológicamente conflictivos, como el calentamiento global, las especies en peligro de extinción y los riesgos de los animales y plantas transgénicas.
Tanto organizaciones como personas a título individual vienen advirtiendo sobre la salud del planeta Tierra, y la contaminación del agua. Mil millones de personas no tienen acceso al agua potable, según la revista Tame, “todos los años mueren de enfermedades relacionadas con el agua 3.400.000 personas”.
La contaminación del aire constituye un problema similar: señala que “se cobra cada año según se estima entre2.7 millones y 3.0millones de vidas”. Y añade: que perjudica a más de 1.100millones de personas.
Al discernir sobre las particularidades de la descomposición de los contaminantes en distintos sistemas vivos; que altera los biociclos, que no es más que la integración de las propiedades de la materia viva y no viva en el mismo objeto de la naturaleza y que participa en la biotransformación de los contaminantes, que transcurre en el organismo de animales, plantas; y en depósitos de agua y suelo La humanidad está en apuros; e interesados en ver una tierra limpia. (O)