El término “correísmo” identifica a la degeneración ética política del gobierno de Corea que se alejó de los postulados iniciales de Alianza País y su propuesta de revolución ciudadana, y que devino en un caudillismo corrupto y autoritario que terminó beneficiando tanto al círculo burocrático del poder (nuevos ricos), como a poderosos grupos económicos que llegaron a ser de la jorga presidencial vinculados a la construcción, la banca y el comercio.
El “anticorreísmo” surgió como resultado de la oposición al gobierno de Correa, expresada en dos bloques principales, con diversos intereses; por un lado, los indígenas, ecologistas, trabajadores, feministas, profesores, sectores populares urbanos y las izquierdas; y, por otro, la derecha ideológica como reacción frente al falso discurso izquierdista oficial, pero que, en el plano económico recibieron también tajadas muy jugosas.
En efecto, en la política real, los gobiernos de Correa y Moreno beneficiaron a los más poderosos e influyentes sectores económicos, a través de la selección de importaciones, alianzas privatizadoras y concesiones portuarias, contratos petroleros, concesiones mineras, compra de bienes y servicios, construcciones, altas tasas de interés bancario y condonaciones tributarias, todo en nombre de incentivar y fomentar la inversión y el empleo.
En la primera vuelta electoral el bloque popular opuesto al correísmo-morenismo se expresó en una corriente social, democrática y ambientalista a través de Pachakutik alternativa al correísmo y al anticorreismo de cuño oligárquico, mientras que, los mismos círculos económicos beneficiarios de los últimos 18 años de gobierno, ahora están detrás de UNES, PSC-CREO y las candidaturas de Arauz y Lasso, repartidos en dos bandos electorales, apareciendo como correístas y anticorreístas.
Así se explica como en el mismo régimen de Moreno coexistieron, cogobernaron y continuaron en las altas esferas oficiales dirigentes del correísmo, incluyendo el mismo candidato Arauz, a la par con otros funcionarios y ministros provenientes de CREO, las cámaras de producción, empresas constructoras, bancos, importadores y exportadores. Por ello también se explica que tanto Arauz como Lasso quieran limpiarse de su pasado, de su propia sombra. (O)
