Juan Andrés V. enfrentará un quinto juicio por la presunta violación a una adolescente. Así lo decidió el juez Eduardo Moncayo, tras haber valorado los elementos de convicción expuestos por Fiscalía durante la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio, efectuada los días 24 de marzo y 1 de abril.
El juez también ratificó, a favor de la víctima, la extensión de una boleta de auxilio y otras medidas de protección.
La investigación, dirigida por la fiscal Doris Jiménez, evidenció que, en septiembre de 2014, cuando la víctima tenía 15 años, fue contactada a través de redes sociales por Juan Andrés V. Durante un mes la fue a ver al colegio y en una ocasión la trasladó hasta el domicilio de él, en el sector Puertas del Sol, en Cuenca.
En una de las habitaciones de este inmueble, el procesado la invitó a comer y le ofreció una bebida alcohólica. Enseguida, la adolescente perdió el conocimiento y cuando despertó notó que había sido violentada sexualmente por Juan Andrés V.
Según la fiscal Jiménez, desde esa ocasión hasta junio de 2018 –cuando fue capturado– el acusado, presuntamente, obligó a la adolescente a tener relaciones sexuales, ejerciendo una relación de poder sobre ella, basada en amenazas, manipulación, control de decisiones y agresiones físicas, psicológicas y sexuales.
Según la investigación, Juan Andrés V. la habría amenazado diciéndole que tenía fotos de ella con contenido sexual, para que acceda a mantener relaciones íntimas. En algunas ocasiones, las agresiones habrían ocurrido cuando ella estaba inconsciente.
Sentencias
Juan Andrés V. tiene cuatro sentencias condenatorias por violación y delitos de pornografía. Además, está llamado a juicio en dos casos de presunta violación a dos adolescentes y en su contra existen tres investigaciones previas por el presunto cometimiento del mismo delito.
En el último caso que está llamado a juicio, Juan Andrés V. presuntamente utilizó fotos de una menor de edad para abrir cuentas en redes sociales, desde donde enviaba a otras adolescentes fotos con contenido sexual. La investigación también determinó que controlaba el uso del celular de su víctima y que le impedía comunicarse con familiares y amigos. (I)
