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Andrés Arauz, nuevos barnices para un viejo proyecto apadrinado por Correa

Andrés Arauz es con 36 años el candidato más joven de Ecuador, aunque acumula una potente trayectoria académica como economista y funcionario público, que busca ampliar representando el legado dejado por su mentor Rafael Correa.

Su perfil era poco conocido en agosto pasado, cuando el correísmo lo propuso como paladín del movimiento que dirige desde Bruselas el expresidente ecuatoriano, al objeto de ofrecer al electorado aire fresco de la mano de un candidato de «limpio expediente», esto es, no salpicado judicialmente.

Doctor en economía

Quiteño, licenciado en Economía por la Universidad de Michigan (EEUU), cuenta con una maestría en Economía del Desarrollo de FLACSO-Ecuador y es doctorando en Economía Financiera por la UNAM de México, donde residía cuando le ofrecieron liderar el proyecto.

Precisamente el hecho de estar empadronado en el Distrito Federal al cerrarse el padrón electoral, le ha impedido ejercer su derecho al voto en Ecuador.

De expresión campechana, Arauz comenzó sus aspiraciones políticas haciéndose un hueco en los titulares criticando los obstáculos del órgano electoral para calificar su candidatura, para formular ya metido en campaña propuestas que, a la postre, plantean «devolver» al país a la senda ideológica del correísmo.

En esa línea, Arauz agradeció «a quienes decidieron apostarle a recuperar» y «retomar los destinos» de la «patria», tras saberse ganador en la primera vuelta electoral celebrada el 7 de febrero.

Tanto el ideario político de Correa, impulsor del así llamado Socialismo del Siglo XXI, como la década que gobernó (2007-2017), han dejado latentes un enconado enfrentamiento social, y no son pocos en Ecuador los que temen el regreso del correísmo.

Al respecto, Arauz defiende que la proporción de votos cosechados hasta ahora refleja el «amplio triunfo» de su propuesta y achaca a «ciertos medios corporativos ecuatorianos» el haber priorizado «una agenda del miedo» contra su candidatura.

Renegociar con el FMI

Entre sus planteamientos, vaticinó que si ganaba no cumplirá con las condiciones pactadas con el FMI para el desembolso de 6.500 millones de dólares durante más de dos años, que calificó de «draconianas» por los ajustes al gasto público que requieren.

También que buscará mecanismos legales para obligar a repatriar depósitos de ecuatorianos en el exterior, además de proponer la entrega de mil dólares a un millón de familias empobrecidas en su primera semana de Gobierno mediante unos activos estatales en Suiza.

Considerado por los analistas como delfín de Correa, Arauz no busca desprenderse de la alargada sombra de su padrino político, sino que lo quiere cerca como asesor.

También aseguró que cuando gobierne, la propia Justicia revisará los procesos seguidos en su contra por corrupción y que podrá regresar al país como lo hizo Evo Morales a Bolivia el año pasado.

Correa está prófugo de la justicia ecuatoriana, que le ha condenado a ocho años de prisión e inhabilitación política por cohecho en el denominado caso «Sobornos 2012-2016», lo que le impidió acompañar a Arauz como aspirante a la Vicepresidencia. En su lugar, concurre el periodista Carlos Rabascall.

El expresidente afirma ser objeto de un «lawfare» o «guerra judicial» en su país, y son conocidas sus acusaciones de persecución política y falta de independencia jurídica y democrática, replicadas por voces afines como Pablo Iglesias, Cristina Fernández o Baltasar Garzón.

Afiliado a la IP

Arauz es miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional Progresista, creada en 2020, que aglutina a más de 40 políticos e intelectuales entre los que, además de Correa figuran, Noam Chomsky, Yanis Varoufakis o Dilma Rousseff.

Aunque ha desempeñado varios cargos en la Administración pública bajo la Presidencia de Correa, su papel entonces no fue de primerísima línea.

Comenzó como asesor de política financiera en 2007, en el Ministerio Coordinador de Política Económica, y cinco años después se convirtió en director general bancario del Banco Central, una entidad de la que fue desvinculado en agosto de 2020 a cambio de una compensación de unos 27.500 dólares, informaron recientemente los medios locales.

En 2015 se desempeñó como subsecretario general de Planificación para el Buen Vivir de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), año en que adquirió mayor visibilidad al ser encargado de dirigir el Ministerio Coordinador de Talento Humano, y ocupar la cartera de Cultura en los primeros meses de 2017.

Juventud

Con la llegada al poder de Lenín Moreno en mayo de ese año, Arauz sale de la órbita institucional y funda el Observatorio de la Dolarización, dedicado a elaborar investigaciones sobre los efectos de esta.

«Arauz es un joven que ama a su país, el Ecuador demandaba un cambio generacional y Andrés encarna eso», manifestó a Efe sobre el presidencial la prefecta de Pichincha, Paola Pabón, una de las caras no exiliadas del correísmo y quien le ha acompañado en campaña.

Y es que de ganar los comicios, Arauz se convertirá en el tercer gobernante más joven, después del canciller austríaco Sebatian Kurz, de 34, y la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, de 35 años.

El candidato habla cuatro idiomas y refleja esa vehemencia ideológica marca de la casa, aunque de apariencia más relajada. Está ahora por ver si es el alter ego de su valedor, a quien su anterior sucesor le salió rana. EFE

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