El estallido musical de los Festivales al Parque que han catapultado en la escena artística mundial a bandas locales de Bogotá enfrenta nuevos desafíos por la pandemia del coronavirus para lograr satisfacer las demandas culturales de la capital colombiana.
Desde hace más de dos décadas, festivales como Rock, Jazz y Hip Hop al Parque han sido pilares de la industria cultural del país pues facilitan el ejercicio de derechos culturales, el desarrollo de las prácticas artísticas, el fomento de las artes, la apropiación del espacio público, así como la participación ciudadana.
Sin embargo, la pandemia «exige asumir nuevos retos en torno, por ejemplo, a nuevas formas de relacionamiento con los artistas, los promotores, gestores, comunicadores y los públicos», según explicó a Efe la Gerencia de Música del Instituto Distrital de las Artes (Idartes).
Estos festivales, que reúnen cada año a artistas de diversos géneros musicales, surgieron como espacios de encuentro entre los habitantes de Bogotá y la ciudad después de una época de mucha violencia en los años 80.
Los festivales han sido durante más de 20 años un elemento valioso para la apropiación de los espacios públicos, sin embargo las restricciones del coronavirus han exigido «mayor y mejor presencia en el ámbito digital», según detalló la gerente de Música de Idartes, Salomé Olarte.
Aunque resaltó que los festivales son una oportunidad para que los ciudadanos accedan a proyectos culturales de alta calidad a través de encuentros al aire libre, la pandemia supuso nuevos desafíos para facilitar «la participación en temas tan relevantes como el desarrollo e impacto económico y ambiental».
«Son escenarios propicios y pertinentes para presentarle a la ciudadanía la oferta cultural que se desarrolla en la ciudad. Esto permite legitimar la oferta y proveerle a los ciudadanos una oferta incluyente en géneros, estilos, tendencias, estéticas a nivel local, nacional e internacional», agregó Olarte.
Pese a los nuevos retos, destacó que «el Idartes ha logrado robustecer contundentemente al programa, no solo desde los artistas que ponen a los festivales en una categoría mundial, sino que también ha permitido ampliar y robustecer a los escenarios satélites» de forma virtual como los proyectos académicos y los apoyos a las industrias creativas y culturales.
La apuesta de Idartes sigue siendo ambiciosa pues los festivales no solo garantizan que los artistas puedan usarlos como una plataforma de promoción de sus proyectos, sino que recogen la voz de ellos y la ciudadanía sobre las necesidades y tendencias de consumo. EFE