Así lo anunció este jueves el director del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, en una rueda de prensa para presentar la actualización de las previsiones regionales.
«El ingreso per cápita no retornará al nivel de antes de la pandemia hasta 2024, lo cual provocará pérdidas acumuladas del 30 % respecto a la tendencia prepandémica», señaló Werner, que subrayó que la región sufrió la caída «más pronunciada del mundo».
De acuerdo con sus previsiones, América Latina crecerá en 2021 a un ritmo del 4,6 %, medio punto por encima del pronóstico del Fondo de enero, aunque, según Werner, la persistencia de la crisis sanitaria en muchos países «ensombrece las perspectivas a corto plazo».
Las perspectivas del Fondo, no obstante, están sujetas a un grado «excepcional» de incertidumbre, mientras continúa la carrera entre las vacunas y el virus.
En su análisis, el experto explicó que el reciente rebrote del virus en Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, sumado a la lenta distribución de las vacunas, salvo en Chile, empaña las perspectivas a corto plazo.
Conforme a las proyecciones, Brasil recuperará el nivel del PIB de 2019 en 2022, debido al repliegue del apoyo de las políticas fiscales y monetarias y la lenta distribución de las vacunas, mientras que México no alcanzará el nivel de actividad económica previo a la pandemia antes de 2023, pese al impacto positivo generado por el amplio programa de política fiscal de Estados Unidos.
Por otro lado, el FMI espera que Chile alcance este mismo año el PIB anterior a la pandemia gracias a la rapidez de la vacunación y las importantes políticas de apoyo, que constituyen un refuerzo a corto plazo.
Las tres grandes economías de Latinoamérica, Brasil, México y Argentina, crecerán este año el 3,7 %, el 5 %, y el 5,8 %, respectivamente, según el FMI.
Otros países latinoamericanos, como Colombia, Chile y Perú, también avanzarán el 5,1 %, el 6,2 %, y el 8,5 %, respectivamente. EFE