Este Ecuador partido, este país dividido por la mitad, plagado de rencillas y resentimientos, paradójico, con su mezcla de rebeldía y sumisión mira expectante el inicio de una nueva etapa política en la que el partido de los zapatitos rojos dará inicio a un cambio de rumbo en materia de economía, salud y sociedad. Descalzos, con ojotas o taco alto, los ecuatorianos esperamos que la corrupción, la ausencia de estabilidad y justicia desaparezcan de este viacrucis que nuestro país ha soportado; expectativa y un momentáneo alivio son los sentimientos generales, dura tarea en la que se espera sabiduría y un caminar con pies de plomo para intentar guiar a nuestro maravilloso pueblo fragmentado. Heridas que no cicatrizan todavía, miradas sesgadas y una calma chicha que espera la “resistencia” por un “álzame estas pajas” son algunas de las condiciones con las que se encuentra el presidente electo. Urgente la inclusión, una mirada global y en comunidad, un gabinete en el que estén todos los sectores representados y un sendero marcado por el pluralismo ideológico y la más conspicua democracia es lo que se requiere. Debemos tomar en cuenta que nunca existió la zapatilla de cristal y que los cuentos de hadas, en muchas ocasiones, se convierten en pesadillas. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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