Desacuerdo en inauguración de Asamblea de Ecuador expone debilidad de Lasso

La sesión inaugural de la Asamblea Nacional (Parlamento) en Ecuador dejó al descubierto las severas dificultades que tendrá para gobernar el próximo presidente, Guillermo Lasso, tras la aparente ruptura del pacto entre su partido CREO y el Partido Socialcristiano (PSC).

Las fisuras y debilidades del nuevo mandatario, que asumirá el poder el 24 de mayo en sustitución de Lenín Moreno, quedaron patentes en la votación del presidente del poder legislativo y de sus dos vicepresidentes, en las que los doce diputados de CREO se apartaron finalmente de un acuerdo previo con el PSC y la alianza correísta UNES.

«Hoy han demostrado que su palabra y su firma no valen para nada», dijeron los socialcristianos en una carta abierta en la que mostraban su decepción con el partido del político centroderechista, y en la que aseguran que este había consentido a esa inusual alianza con sus rivales correístas dentro de su proyecto de reconciliación nacional, el llamado «Ecuador del encuentro».

Ante la encrucijada, la presidenta interina de la Asamblea, Pierina Correa, de UNES y hermana del exmandatario Rafael Correa, ordenó el aplazamiento de la sesión, que se retomará a las 15.00 hora local, 20.00 GMT, de este sábado.

LA INUSUAL ALIANZA DE CREO CON SUS RIVALES

El PSC, del todopoderoso político y exalcalde guayaquileño Jaime Nebot, que avaló la candidatura de Lasso, había pactado con los correístas para tener el dominio de la Asamblea, dado que la fragmentación es tal que no hay posibilidad de una mayoría absoluta, y teniendo en cuenta ciertas afinidades para los planes  de desarrollo del nuevo Gobierno.

UNES es el partido más numeroso con 49 escaños, seguido por el movimiento indígena Pachakutik, con 26 (originalmente 27, pero un asambleísta abandonó sus filas hace tres días); Izquierda Democrática, 18; PSC, con 17 (originalmente 18, pero perdió uno ayer por la alianza con UNES); y CREO, con 12.

A ellos se agregan escaños independientes hasta los 137 que conforman la cámara, que por primera vez desde 2007 parte sin una mayoría clara porque todo este tiempo el correísmo había tenido inicialmente su control.

Según el acuerdo, alcanzado el jueves, la presidencia quedaría en manos del asambleísta socialcristiano Henry Kronfle, mientras que la vicepresidencia primera iba a las de Paola Cabezas (UNES), y la segunda para uno de los políticos independientes sumado al pacto.

Lasso, argumentó el PSC en su carta, dio su consentimiento a la extraña alianza -durante una década el centroderechista luchó implacablemente contra el correísmo- teniendo en cuenta que dentro del «Ecuador del encuentro» no se podía dejar fuera al 47,5% de los votantes.

Una decisión de la que se apartó CREO esta misma mañana al abstener en la votación sus doce parlamentarios, dejando a Kronfle a apenas dos votos de conseguir la presidencia.

LASSO EN LA ENCRUCIJADA

Al justificar el voto, la diputada centroderechista Nathalie Arias manifestó por redes sociales que «en las elecciones del 11 de abril los ecuatorianos hablaron claro y fuerte», y lo que buscan es «dejar atrás esos 14 años que tanto daño le hicieron al país», en alusión al correísmo.

«Hoy votamos según nuestros principios como proyecto político, pero en especial, que nuestras decisiones sean a favor de los ecuatorianos», sentenció.

Detrás de la decisión también las críticas desde varios sectores del país acerca de un posible acuerdo del PSC con el correísmo para una revisión de procesos judiciales por corrupción abiertos en los últimos cuatro años, entre ellos los del propio Correa -esta condenado a ocho años de prisión y no puede regresar a su país- y los de su exvicepresidente Jorge Glas, en la cárcel. Pero no son los únicos.

Por el momento se desconoce si la alianza PSC-CREO está definitivamente rota, si bien los socialcristiano así lo han decretado en su carta.

CREO por su parte no se ha pronunciado al respecto, pero su abstención en la votación pone contra las cuerdas al nuevo presidente.

En la sesión de este viernes también se elegían a cuatro vocales del Consejo de Administración Legislativo (CAL), el órgano que admite a trámite los distintos proyectos.

Para todos los nombramientos se requiere al menos 70 votos de los 137 integrantes.

Tampoco avanzaron este viernes las candidaturas a la presidencia de Salvador Quishpe (Pachakutik) y Rina Campain (CREO), en estos casos con muchos menos votos de Kronfle.

En las varias votaciones realizadas, la Cámara se ha dividido en torno a dos ejes, el uno formado por UNES y PSC, al que debía haberse adherido también CREO para alcanzar la mayoría, y el otro por Izquierda Democrática (indigenista) y Pachakutik. EFE

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