Luego de las últimas elecciones presidenciales en Ecuador -11 de abril del 2021-, se evidenció que el Correísmo no puede ganar siempre; tanto más cuanto que, lo que se suponía habría de ser mero continuismo (¡se nos van Presidente y Rector de la U. de Cuenca!, escribíamos en noviembre del 2019), se transformó en despiadada crítica, que concluyó con la sentencia de ocho años de cárcel, para el expresidente RAFAEL CORREA y adláteres.
Con tan buenos augurios, se podía suponer una abrumadora victoria de GUILLERMO LASSO; empero, como el Correísmo ha sido una suerte de PANDEMIA POLÍTICA, la diferencia de cinco puntos, unos cuatrocientos mil votos, más menos, si bien es nítida, no deja de ser relativamente corta.
Llama la atención la poca o ninguna presencia de EL VICEPRESIDENTE ELECTO; siempre que le invitan a la Televisión, se excusa sistemática y metódicamente para no aparecer en programa alguno. ¿Tal vez sus asesores así le habrían sugerido? Es hora de no hacerles caso, porque hasta la fecha ha pasado desapercibido.
Los cuencanos conocemos mejor al DOCTOR ALFREDO BORRERO, desde sus años colegiales en el Borja y universitarios, hasta su destacado desempeño profesional como neurocirujano en Quito; luego de sus estudios de especialización en el exterior. Mucho esperamos de BORRERO, dadas sus capacidades y rigurosa formación, de modo especial en esta época de CORONAVIRUS.
Con las dosis cumplidas de LA VACUNA, respiramos mejor; lo que no significa, ni remotamente, que dejemos de cuidarnos. Sólo cabe, ahora, planificar mejor la vacunación para las personas que no son adultos mayores. Evitemos la desinformación y la pérdida de tiempo, con lo cual ganaríamos en eficiencia, cobertura total de los vacunados y, ojalá, EL FIN DE LA PANDEMIA. (O)
