Dreer: “Quiero disfrutar mis últimos años en el fútbol”

Esteban Dreer en uno de los entrenamientos con Estudiantes, previo a su debut en el ascenso azuayo. Xavier Caivinagua/ El Mercurio

A sus 39 años, Esteban Dreer, futbolista de profesión, se siente más vigente que nunca. En sus pensamientos no se cruza la palabra “retiro”, aunque su nombre trasciende a nivel nacional, esta vez se decidió por estar en la plantilla de Estudiantes, equipo que juega en Segunda Categoría en Azuay.

Precisamente, la tarde del pasado domingo regresó a la cancha para disputar un partido como titular, en Paute, lugar que reconoció por sus entrenamientos con Deportivo Cuenca hace varios años, sin embargo, él es consciente que la realidad en este torneo es otra, pero su objetivo está claro: conseguir el ascenso a la Serie B con su actual representativo.

Antes de vestirse de corto, “El Rifle”, se concentra un poco alejado de sus compañeros, que ven en él, uno de los mayores referentes del fútbol nacional. En la cancha mostró su liderazgo como lo ha caracterizado en los anteriores elencos, aunque tuvo pocas participaciones, culminó con su valla en cero.

Por ahora, Cuenca, es nuevamente su hogar y participa de un proyecto que ha sido noticia a nivel nacional, ya que junto a Esteban constan jugadores que han marcado diferencia en varios clubes de la Serie A, entre ellos Pedro Quiñónez y Juan José Govea.

¿En qué ha cambiado Cuenca en comparación a tu llegada hace 12 años?
La ciudad es diferente como yo la recuerdo hace varios años. Es mucho más concurrida, pero sobretodo Cuenca me da tranquilidad. Por ahora no estoy con mi familia y el ambiente aquí me ayuda mucho a sobrellevar la falta de mis seres queridos que por ahora viven en Argentina. Actualmente vivo en la montaña en la vía a Tarqui.

¿Cuál es la personalidad de Esteban Dreer?
Soy medio raro, siempre fui arquero y eso me muestra como un tipo bravo, pero los que me conocen saben que la paso bien, que disfruto siempre con responsabilidad.

¿Cómo empieza un día habitual para Esteban?
Me levanto muy temprano y desayuno algo liviano, luego voy a entrenar. Pasado el mediodía, almuerzo y nuevamente, a las 15:00 regreso a los entrenamientos. Ya en la noche me preparo para mi programa deportivo y después culmino mi jornada leyendo libros de neurociencia aplicada al deporte, trabajos tácticos de entrenador y cultura.

¿Comida favorita de Esteban?
La verdad no tengo gustos específicos, como de todo. Aunque, una vez por semana no falla el encebollado. Aquí en Cuenca conozco un lugar al cual acudo o hay veces que Pedro Quiñónez nos comparte.

¿Su hijo Felipe se perfila para ser jugador de fútbol?
Cuando era ‘pibe’ estuvo en varias escuelas de fútbol, pero un día me fue a ver en el estadio y me comentó que en este deporte, “pute…” mucho. Felipe, ahora, tiene 14 años y ama el tenis. Entrena en la academia Tandil en Argentina, precisamente de este lugar han salido los mejores exponentes de la disciplina como Juan Martín del Potro, es por eso que priorizamos junto a mi esposa que su formación la continúe en Argentina.

¿Admiras a un portero ecuatoriano?
En Ecuador a ninguno. Si admiro a alguien es al argentino Carlos Navarro Montoya, exportero de Boca Juniors. A nivel internacional sigo mucho la carrera del alemán Manuel Neuer y del italiano Gianluigi Buffon.

¿Piensas en retirarte en un equipo de Serie A?
Por ahora no pienso en el retiro. Tuve cuatro propuestas para continuar en la Serie A, sin embargo lo ocurrido en Liga de Portoviejo me convenció para dar más en el ascenso. Es cierto que tengo 39 años, pero entreno como si estuviera en Primera. Trabajo el día a día. En todos los equipos que he pasado di lo mejor. Por ahora quiero disfrutar de mis últimos años como jugador.

¿Hubo ingratitud en Emelec luego de su salida?
No. Creo que son decisiones que en su momento no las esperas, pero hoy estoy muy tranquilo, ya que me dio la oportunidad de conocer a otros jugadores que viven otra realidad, y esto me ha servido, porque estás experiencias me ayudarán para cumplir mi objetivo de formarme como entrenador. Soy muy católico y todo tiene un propósito, por algo Dios me pone por acá.

¿Qué mensaje entregas para los siguen tus pasos?
Que día a día trabajen para ser mejores personas y que culturalmente se preparen. Uno no es nadie para dar consejos, pero siento que puedo transmitir a los chicos que pueden lograr sus sueños y que no se detengan por nada. Ojalá que podamos con Estudiantes convertirnos en formadores, que es mi objetivo. Este equipo se proyecta para ser como Independiente del Valle y la ciudad tiene que ayudarnos para eso.