Pues sí, muchos ecuatorianos estamos expectantes y ansiosos por descubrir lo que ocurre en el acontecer político – administrativo – gubernamental nacional, la posesión de nuestro nuevo mandatario ha traído consigo una serie de interrogantes en relación al tipo de medidas que se van a adoptar y de las cuales esperamos ser beneficiados directa y por sobre todo, rápidamente; claro está, comprendemos la dura realidad que hoy por hoy enfrentamos en temas económicos, salubres y políticos, no obstante, también debemos tener la certeza de que estamos en la punta de lanza de mejores días para todo nuestro país.
Por sobre todas las cosas, debemos dejar de pensar en rencillas políticas y preferencias unilaterales de ciertas bancadas de color y de una vez por todas romper toda pretensión que genere desorden ante una nueva oportunidad que se gestó el pasado 24 de mayo, nosotros, la población civil, no podemos ni debemos permitir que cualquier tipo de desorden, intento de impedir la tranquila gobernabilidad, o cualquier otro condicionamiento que dificulte la conducción de la nación, se desarrolle bajo el amparo de algún famoso “pacto politiquero” o condicionamientos políticos.
Es hora de que nuestros elegidos se ocupen en lo que verdaderamente les confiamos que hagan, es momento en el cual los oportunistas y pescadores de ríos revueltos desaparezcan de la palestra nacional y permitan el paso de aquellas personas que se han comprometido con el desarrollo nacional. No tenemos más que desearles buenos augurios a quienes hoy ostentan el poder, ¡tienen una ardua labor! (O)