El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó este martes que, si depende de él y su Gobierno, «habrá Copa América en Brasil», tal como lo anunció la víspera la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), después de que Argentina y Colombia desistieran de organizar el torneo.
«Fui consultado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y por nuestra parte es positivo», dijo Bolsonaro a las puertas de su residencia oficial en Brasilia.
El presidente minimizó el impacto que la Copa América podría tener en relación a la crisis sanitaria causada por el coronavirus, que en Brasil ya ha matado a más de 462.000 personas y continúa fuera de control.
«Hay Copa Libertadores, hay Copa Sudamericana, ahora vienen (partidos) de las eliminatorias» regionales para el Mundial de Catar, dijo Bolsonaro en relación a torneos que se están jugando desde hace meses.
«Nadie dice nada de eso, pero si es la Copa América entonces va a causar aglomeraciones y no se puede jugar», apuntó en forma irónica, para insistir en que su Gobierno está dispuesto a acoger el torneo de selecciones de la región, que comenzaría el próximo día 13.
«Es el mismo protocolo (de seguridad) de la Copa Libertadores», insistió Bolsonaro para justificar su apoyo al torneo, que generó una enorme ola de críticas de especialistas sanitarias y sectores políticos que consideraron esa decisión «irresponsable» cuando el país continúa sin controlar la pandemia de covid-19.
Poco después, en un acto oficial en el Palacio presidencial de Planalto, Bolsonaro aseguró que cuenta con el respaldo de todo su gabinete, incluido el Ministerio de Salud, para la realización del certamen en territorio brasileño.
«Todos mis ministros son favorables a la Copa América en Brasil con el mismo protocolo de las eliminatorias (para el Mundial de Catar 2022) y de la Libertadores. Caso cerrado», manifestó.
«El próximo viernes tenemos un Brasil-Ecuador (por las eliminatorias), ¿alguien se ha quejado? Cuando di señal verde» para la Copa América, «escuchando lo ministros, hubo una hecatombe en los medios», se quejó Bolsonaro, para luego insinuar que ese rechazo es consecuencia de conflictos entre diferentes grupos mediáticos por los derechos televisivos del torneo. EFE