El seleccionador de Ecuador, Gustavo Alfaro, señaló este miércoles que enfrentar a Brasil será un gran desafío al que su equipo saldrá con la moral y la fe intactas, convencido de que está en condiciones de jugar de igual a igual pese a las diferencias.
En una rueda de prensa antes de partir a Porto Alegre para la esta séptima fecha de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Catar 2022, Alfaro reconoció que sus pupilos se enfrentan a un equipo que llega con un rendimiento ideal: cuatro partidos ganados.
Y con un trabajo del técnico Tite muy bueno a lo largo de cinco años con la selección y una idea muy bien acabada que obliga a jugar en campo propio porque, por la naturaleza de sus formas, posturas e ideas, obliga a retroceder.
El seleccionador insistió en que Brasil genera un juego hacia el área contraria «por lo que tendremos que tratar de cubrir el ancho del campo».
«La clave será que podamos tener distancias cortas entre líneas, manejar bien las presiones, no cederle espacios a jugadores que tienen esa capacidad de desequilibrio», afirmó.
Ecuador vuelve a la competición con sólo dos entrenamientos con equipo completo, muy poco, según el técnico argentino, para encarar a un rival de la jerarquía como Brasil.
«Nosotros reconocemos que estamos por debajo de Brasil, pero no nos sentimos inferiores, sabemos que tenemos y contamos con cosas que, si tenemos la capacidad de llevarlo a nuestro terreno, le podemos hacer daño», consideró.
Después de cuatro partidos, Ecuador ocupa el tercer puesto de la clasificación de Conmebol después de Brasil y Argentina, habiendo acumulado 9 puntos de sus tres victorias frente a Uruguay, Bolivia y Colombia, y una derrota por la mínima en Argentina.
En sus próximos compromisos enfrentará a Brasil, el viernes, en Porto Alegre, y recibirá el martes a Perú.
El seleccionador, que llego al equipo un mes antes de comenzar las eliminatorias, aseveró que sigue trabajando con intensidad tratando de consolidar al equipo para no caer en excesos de confianza, repasando nuevamente todo lo desarrollado en 2020, con la esperanza de recuperar ese punto de partida que se dejó luego de la goleada contra Colombia en noviembre.
«Yo por naturaleza desconfío, es como que tengo que volver a repasar conceptos, trabajarlos, porque es mucho el tiempo que ha pasado y esa es la diferencia entre el entrenador de clubes y el de selecciones», expresó.
Ecuador está alerta de no incurrir en un exceso de confianza como en las eliminatorias del Mundial de Rusia, que comenzó muy bien peor en las que después se desmoronó.
«Que la confianza sea un plano de seguridad y no un exceso de confianza, porque si se baja la guardia, te pueden golpear, por lo que se debe estar bien preparado», dijo el técnico en la rueda de prensa.
Alfaro insistió en que la selección de Ecuador tiene jerarquía, pero que se requiere más tiempo para que sea reconocida a nivel internacional, aunque se mostró convencido de que llegará.
Sobre su estrategia en el compromiso del viernes, Alfaro tratará de cubrir el ancho de la cancha para frenar a Brasil y recordó que ante Argentina se creó poco daño ofensivo y es en esa disyuntiva donde se está trabajando para el partido.
Ecuador viaja este miércoles a Porto Alegre con la reaparición del centrocampista Carlos Gruezo tras ausentarse del compromiso frente a Colombia por suspensión por acumulación de tarjetas amarillas.
El que se perderá el choque será el atacante Gonzalo Plata, expulsado ante Colombia por doble amarilla.
Como probable alineación para el viernes se perfila: Alexander Domínguez; Ángelo Preciado, Robert Arboleda, Xavier Arreaga, Pervis Estupiñán; Carlos Gruezo, Moisés Caicedo, Christian Noboa, Ángel Mena; Enner Valencia y Michael Estrada. EFE