El boxeo femenino de a poco gana terreno en el contexto ecuatoriano. En Azuay una de sus diamantes es Janina Cuero. El domingo 13 de junio viajó a Quito para un campamento internacional que se extenderá hasta el cuatro de julio de cara al clasificatorio para los Juegos Panamericanos Júnior de Cali, Colombia.
La convocatoria le tomó de sorpresa, dice, tras aceptar el diálogo en la Residencia de la Federación Deportiva del Azuay donde está concentrada. El jueves pasado, mientras salió a caminar con su madre por el Centro Histórico, cambió un rosario que de inmediato lo lució en su cuello. “Desde ahora en adelante siempre lo voy a tener”, señala.
Sus padres, oriundos de Esmeraldas, se radicaron en Cuenca después de vivir algunos años en Guayaquil. Janina nació en la Atenas del Ecuador, ciudad a la que quiere darle alguna medalla internacional. “Tengo que seguir esforzándome porque cuando uno quiere algo, sigue luchando hasta alcanzar el objetivo pase lo que pase”.
Desde que tuvo 10 años se vinculó a deportes de contacto. Después de entrenar judo incursionó al boxeo. Lleva cuatro años bajo la dirección del cubano Dirovis Nicolás. Confiesa que su familia se preocupó al principio. “A veces llegaba con los labios hinchados, pero después ya era algo normal que pasa en este deporte y se acostumbraron a verme así”.
Con el paso del tiempo aprendió que “la cosa es dar y que no te den”, entonces se fue afianzando en el ring. “Creo que lo mío son los ganchos a la barbilla”, resalta al tiempo de describirse como una persona tranquila fuera de los combates.
“A la hora de subir al ring ya no es lo mismo, uno tiene que subir con la mentalidad de ganar, de boxear. En el ring no hay amigos, la cosa es ganar”, indica la deportista de 18 años, hermana de Edison Cuero, jugador del Deportivo Gloria de la Segunda Categoría. “Muy pocos le deben conocer, pero es un buen futbolista”, reconoce. (BST)-(D)