Eva Longoria, Will Ferrell, Natalie Portman, Matthew McConaughey y Ryan Reynolds. Juntos podrían formar un elenco brillante para una película, pero estas estrellas de Hollywood tienen algo en común más allá del cine: su pasión por el fútbol y su visión para los negocios.
En los últimos años, figuras del máximo caché en la gran pantalla se han convertido en propietarios de equipos de fútbol y han llevado los grandes focos del cine hasta los estadios.
Una de ellas es Eva Longoria, que aseguró a Efe que lo que está sucediendo con Angel City FC es «revolucionario».
La estrella latina forma parte de un gran grupo de inversoras, lideradas por Natalie Portman, que están detrás de este equipo femenino que debutará en Los Ángeles en 2022.
Junto a Longoria y Portman aparecen también como impulsoras del Angel City FC las actrices America Ferrera, Becky G, Jennifer Garner, Jessica Chastain, Sophia Bush y Uzo Aduba.
Longoria, que recientemente anunció que se ha convertido en accionista del Necaxa mexicano, subrayó la importancia de que el Angel City FC cuente con una mayoría de mujeres al frente para la toma de decisiones.
«Es como ponerse detrás de la cámara para ser directora. Para conseguir buenas oportunidades y cambiar las cosas (para las mujeres), necesitamos sentarnos en las salas de juntas de las compañías», defendió.
Hace tiempo que los actores dejaron de ser solo artistas para convertirse en importantes inversores con múltiples intereses de negocio.
Pero llama la atención que muchas figuras de Hollywood hayan optado precisamente por el fútbol, un deporte que, aunque ha crecido muchísimo en Estados Unidos, sigue teniendo una popularidad y un poderío económico menor respecto al impacto de las grandes ligas de baloncesto (NBA), fútbol americano (NFL) o béisbol (MLB).
PRAGMATISMO EN LOS DESPACHOS
«El fútbol es el deporte de todo el mundo. A la vez, es innegable que va a penetrar en Estados Unidos. Es una inversión pragmática».
Eric Johnson, director de la facultad del Centro Anderson para Medios, Entretenimiento y Deportes de la universidad UCLA, explicó así a Efe que, más allá del amor por el fútbol que puedan tener estas estrellas, hay razones de peso para justificar estas inversiones desde el punto de vista económico.
Este experto detalló que la tasación de los equipos en la liga MLS de fútbol estadounidense es «relativamente baja», al menos en comparación con las franquicias de la NBA o la NFL.
Así, las estrellas de Hollywood pueden entrar en la propiedad de estos clubes de fútbol sin excesivas dificultades por la parte económica, y esa exposición desde la inversión les puede servir para «mejorar su marca internacional» como figura del cine.
«En un plano general, todos tenemos dentro a un comerciante o a un hombre de negocios, más allá de ser famosos», recordó Johnson.
«Tú puedes hacer tu trabajo diario y puedes usar ese dinero después para invertir», señaló al remarcar que, en el caso de los actores, llevar la alfombra roja hasta los campos de fútbol puede tener beneficios para ellos en forma de dinero, fama, popularidad o marca personal.
DOS VÍAS DIFERENTES
Johnson opinó que en el cruce de caminos de Hollywood y el fútbol hay dos vías de llegada diferentes.
Por un lado están las grandes estrellas que han entrado en equipos consolidados y del máximo nivel competitivo como Matthew McConaughey con el Austin FC.
Otro ejemplo sería el del Liverpool y LeBron James si aceptamos que la figura de Los Angeles Lakers tiene un pie en la cancha y otro en el «show business» (este verano estrena la secuela de «Space Jam»).
Citando a James, Johnson señaló que cuando el Liverpool quiso tener «una mayor presencia en EE.UU.» vio en la entrada en la propiedad del faro de los Lakers «una herramienta de marketing para conquistar fans».
Frente a estos ejemplos que explotan la faceta publicitaria de las celebridades están aquellos en los que un actor se ha convertido en propietario de un equipo modesto que juega en una división baja.
Ahí encontramos a Ryan Reynolds, que este año compró el Wrexham AFC galés de la quinta división inglesa.
Uno podría preguntarse qué se la ha perdido al protagonista de «Deadpool» (2016) en un pequeño equipo de Gales, pero Johnson trató de verle la razón económica a esta operación.
«Puede convertir (tras ascender de categoría) una muy pequeña inversión en algo que merezca la pena. Y también se está promocionando fuera de EE.UU. (…) al ser propietario de algo que tiene valor y reconocimiento en países como Reino Unido, España o Italia», expuso.
WILL FERRELL COMO EJEMPLO
Uno de los referentes de este desembarco de Hollywood en los despachos del fútbol es Will Ferrell con Los Angeles Football Club (LAFC).
Desde que debutó en la MLS en 2018, LAFC ha causado sensación en Los Ángeles con el mexicano Carlos Vela como referente en el campo, con un gran estadio en el centro de la ciudad californiana, y con una asombrosa campaña de lanzamiento que en tiempo récord supo crear una identidad de club muy reconocible y reunir a una afición totalmente volcada con su equipo.
Para rematar la jugada maestra, LAFC tiene a Ferrell como uno de sus propietarios.
«LAFC ha hecho la mejor campaña de marketing de un nuevo equipo en EE.UU. en cualquier deporte. Me inclino ante lo que hicieron para construir esa plataforma», dijo Johnson.
El investigador recordó la vinculación personal de Ferrell con los terrenos donde se encuentra el campo de LAFC (en la universidad USC en la que estudió el actor) y enfatizó que una figura como él puede actuar como «motor de marketing» para convertir el fútbol y a ese equipo en algo «cool». EFE