Desde hace seis meses, Lore Criado, directora de Cultura de la Alianza Francesa de Cuenca, ha estado de un lado al otro, revisando los planes que mejor se podían adaptar a la organización de la 25 edición de la Fiesta de la Música.

Criado, desde diciembre de 2020, sabía que la música debía regresar con los artistas a los espacios públicos. Sin embargo, la incertidumbre que trajo la emergencia sanitaria ha estado presente, porque un día había cómo realizar una cosa, y al otro no por las disposiciones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE).

“Teníamos un plan que iba desde la A hasta la Z, y yo creo que llegamos al F, porque ha sido tan complicado organizar un evento en este tiempo. Para mí era más fácil organizar la Fiesta de la Música para 25.000 personas, como se hacía antes, que organizar esto, porque hay mucha responsabilidad”, dijo Criado.

Aun así, el compromiso y la necesidad de traer de vuelta los conciertos con público a una ciudad, cuyos sectores culturales buscan de alguna manera de revivir el arte, impulsó a Criado, a la Alianza Francesa y a la Dirección de Cultura del Municipio de Cuenca a organizar la Fiesta de la Música.

Medidas de seguridad, personas que controlen los aforos y las distancias entre sí, pruebas de sonido, pruebas de conectividad para que el público que no quiere asistir a los conciertos pueda verlos a través de las redes sociales, fue lo que se vio ayer en varios de los espacios que ya se usaron para las presentaciones.

Como ha sido costumbre, en primera instancia 16 bandas ya se presentaron en ocho espacios privados. Con ellas se dio por inaugurado la Fiesta de la Música que continuará hoy en cuatro espacios públicos: el Museo de Arte Moderno, la Casa de la Lira, la Antigua Escuela Central y la Casa de las Posadas.

En un principio, para los conciertos en los espacios públicos, la Alianza Francesa y la Dirección de Cultura municipal habían planificado que se permitiría el ingreso hasta completar con los aforos limitados, pero hubo un cambio a última hora y se solicitó que la gente que quiera asistir debía reservar una entrada.

“Tenía miedo de que el público no respondiera. Fue casi al último este cambio, y resulta que en 24 horas ya se habían reservado todas las entradas en los cuatro espacios. Yo me sorprendí porque felizmente la gente sí respondió”, dijo Criado, quien se mostró contenta mientras se armaban los escenarios que se usaron esta tarde y noche. Pero no solo la directora de Cultura de la Alianza Francesa estaba feliz por el regreso de la música a los escenarios. Los músicos también lo estaban.

Artistas

Hace 13 años, en Quito, se formó la banda Funky Junkies. Luego de un trabajo en conjunto los integrantes se separaron, sin embargo, en medio de la emergencia sanitaria volvieron a reunirse para hacer música, aunque sea en el encierro obligado por la pandemia. Cuando la banda vio la convocatoria de la Alianza Francesa para que los músicos sean parte de la Fiesta de la Música, los integrantes no dudaron en presentar su propuesta que sería aceptada después.

“Nos hemos preparado mucho para esto. Llevamos mucha energía, diversión y paz a Cuenca, que es una ciudad que no conozco pero que necesitaba ya conocer. Para nosotros es una oportunidad de regresar a los escenarios y hacer lo que nos gusta”, dijo el quiteño Sergio Vidal, integrante de Funky Junkies.

En ese mismo proceso de reintegración y regreso está la banda cuencana Limón Francés, que había grabado un álbum que tuvo cierta repercusión en el país. Después de ese proceso, los integrantes tomaron caminos diferentes hasta que el fundador, Carlos Ortiz, decidió conformar un nuevo grupo. “Regresamos con mucha alegría, con nuevas propuestas. Ahora estamos en un proceso evolutivo como banda, de transformación”, dijo Ortiz, quien ayer cantó sus nuevos temas que pronto estarán en un álbum.

Si bien es una oportunidad para las 38 bandas que conforman el cartel de la Fiesta de la Música, también es un reto: volver a los escenarios es también cuidarse del virus que no se ha ido y cuidar de los asistentes. Por lo menos así piensa David Jara, miembro de la banda Maga Monfort. “Es un tanto extraño. Esto no deja de ser una experiencia nueva, entonces eso viene con una serie de incertidumbres por un lado, pero por el otro, creo que era una cuestión tarde o temprano iba a pasar. Íbamos a tener que regresar. La gente tiene que cumplir con el distanciamiento, tienen que seguir usando la mascarilla”, dijo David.

Para Lore Criado, el resultado de la edición 25 de la Fiesta de la Música, que tendrá mucho que ver con el cumplimiento de las medidas de bioseguridad por parte del público, permitirá que en Cuenca se abran las oportunidades que necesitan los artistas y gestores culturales, a quienes se les ha limitado la realización de eventos con público.

“La gente necesita de actividades culturales, lo están pidiendo. Los espacios para los conciertos se nos terminaron en 24 horas, y eso es un fiel de reflejo de que la gente está cansada. Ya hicimos la fiesta, ahora hay que seguir cuidándonos y seguir haciendo cosas cumpliendo con todos los protocolos”, dijo Criado.

Escenarios

Indie Fusión – 14:00 a 22:00 – Museo de Arte Moderno (San Sebastián)