Parecería tratarse de un mal chiste o una mofa, mas se trata de la triste realidad que nos rodea a los ecuatorianos, y por que no decirlo, de la enorme vergüenza que nos causa el saber que existe un lugar al cual satíricamente se le denomina como la “nueva sede” y que no es mas que un espacio destinado para quienes transgreden las normas de convivencia sociales; más comúnmente conocido como una cárcel, que, dadas las condiciones actuales de sus nuevos ocupantes, podemos confundirlo con una nueva sede de gobierno por la cantidad de pseudo autoridades que pasan sus días encerrados.
Según las versiones de los detenidos, todos son inocentes y perseguidos, algunos pretenden emitir disposiciones desde ese lugar, otros prefieren guardar silencio y ruegan por alguna “jugada” política que les faculte la libertad, otros han salido dudosamente campantes, y otros, pues simplemente se han dedicado a burlarse del pueblo ecuatoriano al pretender alguna indulgencia o inmunidad lograda por medio de una candidatura electoral farsante.
La cárcel numero 4, aparte de albergar en sus interiores a personas transgresoras de la Ley, ha ganado popularidad últimamente por las personalidades que pululan en su interior, los excesos que se han generado, las prebendas conseguidas por sus internos, los medios de prensa que acuden por alguna nota periodística, pero por sobre todas las cosas, por la gran vergüenza nacional que nos causa el saber quiénes hoy están confinados en dicho centro. (O)
