Juan Tenesaca, el último kichwa cañari que manejaba el telar en la comunidad Manzanapata, en el cantón Cañar, dejó un legado histórico en el tejido de ponchos y otras prendas.
enesaca tejía además: cushmas, chalinas, macanas, alforjas, tapetes, cachemires e incluso muñecos pequeños que son usados para llaveros. Sus trabajos se han vendido incluso fuera del país, especialmente en Estados Unidos (EE.UU.)
Él aprendió de su padre este oficio, a la edad de 7 años y esto le sirvió a lo largo de su vida para mantener a su familia. De su trabajo quedan grandes recursos que son la muestra de la habilidad de un verdadero artesano.