Tras romper su maldición con Alemania en los octavos de final, al imponerse por 2-0 en Wembley, Inglaterra activó el piloto automático y este sábado aplastó sin piedad y sin despeinarse, a Ucrania (4-0) en el estadio Olímpico de Roma para plantarse en la final a cuatro de la Eurocopa.
El 4-0 del Olímpico clasificó a Inglaterra para las semifinales, una ronda a la que no llegaba desde 1996, y a los «Tres Leones» les tocará ahora Dinamarca, la gran sorpresa del torneo, que eliminó este mismo sábado a República Checa en los cuartos de final.
Tres de los cuatro goles fueron marcados de cabeza por Inglaterra, que tras brillar poco a nivel ofensivo en sus primeros cuatro partidos, ha enseñado este sábado su arsenal de recursos ofensivos.
Lograr que un gran título internacional «regrese a casa», como suelen gritan los aficionados ingleses en su célebre cántico, está a dos partidos de distancia. Dinamarca y una entre Italia y España les separa de un trofeo que esperan desde 1966, cuando ganaron su único Mundial.
La expedición de Gareth Southgate solventó su viaje a Roma en menos de cincuenta minutos, el tiempo necesitado por Harry Kane para firmar un doblete de «nueve» puro y por Harry Maguire para confirmar su olfato goleador en las acciones a balón parado.
Hizo pesar su condición de claro favorito ante una Ucrania, que había llegado a los cuartos de final tras eliminar a Suecia en octavos y tras un sufrido pase de ronda en la fase de grupos. A un paso de ser eliminada como peor tercera, logró entrar en la fase de eliminación directa «gracias» a España, que aplastó 5-0 a Eslovaquia y le eliminó del torneo.
Pero el sueño de Ucrania se estrelló contra el poderío físico y el hambre inglés. A los cuatro minutos de partido, Sterling ofreció una gran asistencia a Kane para que este fusilara al meta y abriera el festival británico.
Ucrania aguantó un tiempo, pero se derrumbó en la reanudación, cuando Inglaterra dio un recital con sus capacidades en el juego aéreo. En poco más de un cuarto de hora anotó tres goles, todos de cabeza.
Maguire firmó el 2-0 en el 47 y Kane completó su doblete personal dos minutos más tarde, gracias a la segunda asistencia de la noche de Luke Shaw, que con el permiso de las lesiones está volviendo a los niveles mostrados al comienzo de su carrera en el Southampton.
El 4-0 tuvo una firma ilustre. Lo anotó el capitán del Liverpool Jordan Henderson, quien acababa de saltar al campo.
El equipo de Southgate prosiguió su camino y alargó la condición de invicto de Jordan Pickford, pese a algunas distracciones en el tramo final. Volverá ahora a Inglaterra para preparar una nueva cita en la que saldrá con el favor, y el peso, de ser a priori superior.
Faltan dos pasos para poner fin a una sequía de trofeos que marcó a al menos tres generaciones inglesas. EFE