Ministro del Deporte: «Desde el día uno estamos pensando en Tokio pero también en París»

Tras batir dos récords antes de iniciarse los Juegos, el de la delegación más grande de su historia con 48 deportistas y el de mayor número de disciplinas que despacha, quince, Ecuador viaja a Tokio con la esperanza de medallas pero también con la mira puesta en París 2024.

Así lo aseguró en entrevista a Efe el titular de Deportes, Sebastián Palacios, al subrayar que el actual Plan de Alto Rendimiento, origen del éxito que se ha anotado el país, concluye este mismo año tras dos ciclos olímpicos y que ya está trabajando en el nuevo programa.

«Ese es un plan con fecha de caducidad y termina en estos Juegos Olímpicos. Estamos trabajando desde ya para diseñar un nuevo plan de alto rendimiento que lanzaremos en diciembre«, avanzó el ministro.

Al asumir el cargo el 24 de mayo, cuando el presidente Guillermo Lasso elevó a la entonces Secretaría del Deporte a la categoría de Ministerio, su objetivo era catapultar la imagen deportiva de Ecuador, en la actualidad ceñida a disciplinas como ciclismo, marcha, levantamiento de pesas o boxeo.

Objetivo que, tras ocho años en los que se amplió la localización de atletas con potencial y la calidad de sus entrenamientos, permita ampliar el alcance de este programa máster y, sobre todo, dotarlo de los recursos económicos necesarios.

«El Plan tiene unos incentivos que se están recibiendo tarde. Hay que ser más puntuales. Desde el día uno estamos pensando en Tokio pero también en París, y que existan los recursos necesarios», sostuvo Palacios.

Y recuerda cómo el presupuesto de su Cartera descendió año tras año de «poco más de 250 millones de dólares en 2013 o 2014», a apenas «67,3 millones» ahora.

De 34 años y ex campeón nacional y panamericano de bicicleta de montaña, el ministro se ha propuesto encontrar en el sector privado los recursos que no pueden llegar de las arcas públicas para que el nuevo plan «tenga un componente para deportistas talentos que aún no están en la cima».

Y es que a través del Ministerio, Ecuador destina ahora, «poco menos de 9 millones de dólares» al deporte de alto rendimiento, lo que considera insuficiente, aunque mantiene la expectativa de llegar a doce a través del sector privado.

«Queremos simular, aunque no copiar, modelos como el de República Dominicana, donde la empresa privada invierte mucho dinero en el alto rendimiento y que no dependa solamente del recurso público», abundó.

Hasta entonces, alberga la esperanza de alcanzar en Tokio «algunos diplomas olímpicos» (se conceden a los mejores ocho) y también alguna que otra medalla.

«Creo que es momento ya, Ecuador merece una nueva medalla olímpica», señaló al aludir a las dos únicas preseas cosechadas por el país por el mítico marchista Jefferson Pérez, oro en los Juegos de Atlanta 1996 y plata en Pekín 2008.

Sin inclinarse por ningún deportista en particular, Palacios ve posibilidades en «disciplinas en las que va muy fuerte: levantamiento de pesas, ciclismo, boxeo, atletismo y la bicicrós (BMX)».

En la actualidad la selección olímpica ecuatoriana incluye nuevos nombres que han puesto al país en el mapa, y que llegan a Tokio en lo más alto de su ciclo olímpico, o lo harán dentro de tres años en París: Glenda Morejón, Richard Carapaz o, incluso, aquellos que pueden dar la sorpresa como Julio Castillo o Neisi Dajomes.

Uno de sus «grandes retos» es «identificar desde ya qué va a pasar con esos deportistas después de estos Juegos, mirar cómo siguen un proceso» a más largo plazo, para que «la delegación que vaya a París cuente con toda una planificación de tres años que haga que los resultados se cumplan».

La razón es que el actual será el primer Gobierno que se encargará de enviar a las selecciones de dos Juegos Olímpicos.

Con el trasfondo del efecto que tuvo Pérez, o que tiene actualmente Carapaz, Palacios cree que la estrategia debe orientarse a una concepción «integral» que contemple los aspectos sanitarios, educativos y sociales del deporte, como «generador de oportunidades».

En marcha destaca la gran delegación de deportistas jóvenes, como Morejón o David Hurtado e insta a la «investigación científica» para detectar por qué en la Amazonía surgen levantadores de peso, en Santo Domingo destaca en boxeo y en Esmeraldas el atletismo.

Una estrategia que aspira a copiar a EEUU en el desarrollo del deporte desde las escuelas y universidades, porque considera que «en Ecuador la universidad es conocida como el cementerio de los deportistas», por la dicotomía entre altos estudios o entrenar.

Resume el enfoque integral de su Ministerio para «ver al deporte como una herramienta de desarrollo social, como algo que inspira, motiva, une y transforma vidas», y que además de «ganar medallas» genere «un impacto social y en términos de salud». EFE

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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