Un grupo de investigadores de la Universidad de Chile descubrió un nuevo hongo, jamás descrito por la ciencia, en cuevas y piques mineros abandonados de una zona de la precordillera de la región capitalina de Santiago de Chile, en el centro del país, informó este martes ese centro de estudios.
El microorganismo, descrito en la revista científica Persoonia, fue bautizado como Circinella lampensis, y aunque es imperceptible a la vista podría tener un rol importante en el equilibrio ecosistémico de los valles de la zona central del país.
El equipo de la Universidad de Chile, liderado por el doctor Eduardo Álvarez-Duarte, visitó en enero de 2020, y en busca de microorganismos asociados a murciélagos, la zona de los Altos de Chicauma, en el sector de Lampa, un área de preservación ecológica de la Región Metropolitana de Santiago de Chile perteneciente a la cordillera de la Costa.
Allí, con temperaturas secas y calurosas del verano austral, dieron con el nuevo integrante del género Circinella, un tipo de hongo del grupo de los mucorales.
“Cuando lo vimos, nos pareció que su taxonomía no estaba descrita con anterioridad. Vimos que era diferente a todo lo que se conocía y decidimos hacer biología molecular para revelar cuál era la secuencia de algunos de sus genes. Esto nos permitió corroborar que se trataba de un nuevo microorganismo”, relató Alvarez-Duarte, según recogió un comunicado.
La nueva especie es blanquecina grisácea, casi transparente e imperceptible a la vista. Su tamaño es de entre 2 a 20 milímetros de alto. Su estructura, llamada esporangio, es curva (de ahí su nombre de circinella, que significa circinado), lo que le da una forma similar a la de un micrófono, pero invertido o curvado.
Uno de los primeros análisis en laboratorio dio cuenta de que la Circinella lampensis no es un hongo patogénico, ya que no crece a más de 37 grados Celsius.
Y ahora, los estudios buscan determinar cuál es el rol que cumple esta especie en el entorno que fue encontrada.
El grupo de investigadores indagará si contiene moléculas de interés biotecnológico, que puedan ser utilizadas para nuevos fármacos antibacterianos, alimentos o en otros procesos industriales.
“Todos estos microorganismos tienen una función en el entorno que habitan, ya sea degradando algún material o aportando algún nutriente al suelo. Y desde el punto de vista biotecnológico, el interés es determinar si es capaz de generar algún tipo de metabolito que sea útil en alimentos u otro ámbito. Allí es donde creemos que está su mayor valor”, planteó el académico del programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile.
Los investigadores a cargo de este hallazgo trabajan desde hace más de cinco años recolectando muestras de nuevos microorganismos en diferentes ecosistemas de Chile, desde la frontera norte con Perú hasta la Antártica.
Actualmente, analizan tres potenciales hallazgos y vienen de confirmar, hace un par de años, la presencia de un hongo -nunca antes descrito en el mundo- detectado en una plaza de la ciudad de Valparaíso. EFE