Un equipo integrado por siete personas, de los cuales, un arqueólogo, un antropólogo, una estudiante de la Universidad de Cuenca que realiza su postgrado en arqueología de campo, y cuatro obreros están descubriendo una posible necrópolis y asentamiento cañari.
La zona de estudio está en el sector conocido como Chipoloma, situado en la parroquia rural de Honorato Vásquez, a unos diez minutos de la cabecera urbana del cantón Cañar.
El sector resalta en medio de una hondonada y sirve como una especie de mirador, desde donde se observa una panorámica de parte del trayecto de la vía Biblián-Zhud y del vecino cantón El Tambo.
La municipalidad del Cañar encargó al equipo la delimitación de los sitios arqueológicos en el cantón con el afán de promover una adecuada ordenanza para el uso de los suelos arqueológicos.
El equipo ha realizado en los dos primeros meses de trabajo en territorio alrededor de 100 excavaciones con hallazgos importantes de osamentas, cimentaciones y vestigios que despiertan el interés de las autoridades y ciudadanos.
Los hallazgos son visibles en diferentes espacios de unas dos hectáreas de un terreno baldío, ubicado junto a viviendas de estructura de cemento, ladrillo o madera y una improvisada cancha de ecuavoley, donde el viento corre con fuerza.
En el terreno se ha tratado desde hace más de una década de construir una urbanización, sin concretarse el proyecto por cuestiones administrativas y legales.
Según el arqueólogo, Vladimir Galarza, líder del equipo de investigación, las evidencias encontradas por sus características corresponderían a tres fases de la cultura cañari como Narrio Temprano o Tempranísimo, de 2520 años antes de Cristo; Narrio Tardío, de 300 años antes de Cristo a 600 años después de Cristo; y Cashaloma de 1000 años después de Cristo.
El profesional cree que al comprobarse su teoría se justificará “plenamente” la creencia sobre la descendencia cañari de los habitantes del cantón y la provincia en general.
Cateos
Un total de ocho enterramientos ancestrales se han encontrado por el momento con las excavaciones o también llamadas “cateos” que varían de dimensión desde uno hasta cuatro metros cuadrados (m²) dependiendo del tamaño del hallazgo.
Las excavaciones se realizan con mucho cuidado, primero utilizando herramientas como son palas y barretas, y luego, cuando se encuentra algún objeto que llame la atención, se usan badilejos y brochas pequeñas con el propósito de no provocar ningún daño.
Los descubrimientos son fascinantes en este sector, por ejemplo, existe un aparente entierro colectivo de cinco personas, cuyas osamentas están en algunos casos intactas. Se observan cráneos, partes del tórax, entre otros fragmentos de esqueletos humanos, e incluso junto a uno de los cráneos está una especie de arete de forma circular.
En otro enterramiento se halló las osamentas posiblemente de dos menores de edad, que según los integrantes del equipo investigativo, se trataría de niños de hasta unos cuatro años por el estado de formación de sus huesos.
En los cateos también se encontraron cimentaciones, principalmente muros de piedra en forma de una fortaleza cañari. Los primeras cimentaciones se hallaron tanto en la parte occidental como oriental del lote en estudio que se podrían prolongar a más segmentos del terreno baldío. Esto, lo determinarán las próximas excavaciones.
La zona por el interés que genera está delimitada con cintas de seguridad y cuenta con un guardia y los propios moradores del sector que la protegen de los llamados “huaqueros”.
El alcalde Segundo Yugsi prevé hacer un pedido al Gobierno Nacional para que se declare este sector en emergencia arqueológica, así resguardar el trabajo que se viene desarrollando por los profesionales.
DETALLES
– El estudio arqueológico en el sector Chipoloma tiene la autorización del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC). El Municipio solicitó tres meses para realizar la investigación; sin embargo, se solicitará una prórroga.
– Los trabajos iniciaron en mayo con una serie de excavaciones para encontrar vestigios en base a estudios anteriores sobre la posibilidad de que Chipoloma sea un sitio arqueológico.
– La Municipalidad del Cañar tiene el propósito de convertir la zona en un parque temático y un museo de sitio, tanto de las fases Narrio Temprano y Tardío y de la cultura Cashaloma. (I)