Cuatro docentes de Azuay llevan diez días sin ingerir alimentos, como protesta pacífica, para apoyar las acciones nacionales del gremio de educadores, que instan a la Corte Constitucional a ratificar 141 artículos reformados de la Ley Orgánica de Educación Intercultural para lograr, dicen, mejoras en la educación, equiparación salarial, reintegro de profesores desvinculados, entre otros.
Esta lucha del magisterio, como la llaman, se mantendrá hasta que la Corte se pronuncie. Así, ayer, otro grupo de maestros se “desangraron”, para simbolizar que el dinero del país “sale a chorros por la corrupción y no hay para la educación”, dijo Bolívar Izquierdo, presidente de la Unión de Educadores del Azuay (UNE). No descartó más acciones, como el encadenamiento, por lo pronto, hoy, a las 16h00, efectuarán la Marcha de Cacerolas, desde San Blas, hasta el Parque Calderón; y, el mañana, un Festival de Música en la Plazoleta de la UNE. El lunes próximo volverán con nuevas acciones.
Reacciones
Libia Tapia invirtió sus vacaciones en la huelga de hambre, la tercera en sus 33 años en el Magisterio, pero necesaria, comentó, para conseguir mejores oportunidades educativas para niños, jóvenes y docentes. En todas sus luchas han conseguido sus pedidos, espera que esta no sea la excepción, aunque su salud ya se nota quebrantada, en relación a sus compañeros que también mantienen la medida; ellos cumplen teletrabajo con sus estudiantes y unidades educativas.
En los maestros solo hay frustración porque consideran que para los gobiernos la educación no es prioridad. Guillermo Aguilar lleva 34 años en el Magisterio y desde que ingresó recuerda que han estado en constante lucha por un mejor sistema educativo. “…la educación necesita presupuesto… ningún Gobierno ha cumplido; ahora dicen que no hay recursos… el barril de petróleo está a 70 dólares… económicamente el país está surgiendo”, agregó.
La reforma a la LOEI prevé el 6% del PIB como presupuesto para la educación, actualmente es el 3%; además bachillerato por especialidades, sueldo docente igual que el resto de servidores públicos, reintegro de docentes desvinculados por pandemia que sumarían alrededor de 8.000 en todo el país, jubilación de docentes con 30 años de servicio sin límite de edad. (AVA)