Londres.- Arte y educación se abrazan en la nueva exposición del artista colombiano Óscar Murillo, ganador del prestigioso premio Turner de artes visuales, que regresa al colegio londinense donde estudió para explorar qué dibujan los estudiantes de todo el mundo en sus pupitres.
Más de 40.000 lienzos de 100.000 alumnos copan el gimnasio de la escuela Cardinal Pole del barrio de Hackney, en el este de Londres, escenario elegido por el artista para presentar por primera vez al completo «Frequencies» («Frecuencias»), su proyecto de largo aliento desarrollado junto con la politóloga Clara Dublanc.
Hace ocho años, Murillo empezó a enviar lienzos en blanco a colegios de alrededor del mundo con el requisito de que los pegaran a los pupitres de clase durante un semestre para que los estudiantes, de 10 a 16 años de edad, dieran rienda suelta a su imaginación.
La iniciativa fue tomando impulso hasta llegar a 350 escuelas de 34 países, como Brasil, China, Nepal, Sudáfrica, Suecia, Turquía, el Líbano o los Estados Unidos, un baile de latitudes que, a pesar de las distancias que separan a los alumnos, revela un abanico de motivos y dibujos comunes en la mayoría de los lienzos.
Corazones, calaveras y arco iris son los garabatos más populares, aunque tampoco faltan numerosas referencias a iconos pop conocidos mundialmente, como Beyoncé, Cristiano Ronaldo o la serie «Juego de Tronos», síntomas inequívocos de la globalización, a ojos de Murillo.
«Hay un deseo común de plasmar el contexto cultural. Vivimos en un mundo donde hay una tendencia y una fuerza globalizadora que hace que muchos de los estilos, ritmos e intereses se compartan en diferentes países y continentes», cuenta a Efe Murillo, de 35 años.
El artista destaca que la muestra, de acceso gratuito y abierta hasta el 30 de agosto, es una ventana a la mente de los niños, unos seres «aún invisibles frente a la sociedad, que están en proceso de asimilación, de entrar en una doctrina social».
Para darles voz, Murillo les ofreció lienzos, que actúan como «una grabadora de movimiento y de tiempo», con el objetivo de capturar y describir el actual ‘zeitgeist’ desde la inocencia y la creatividad más pura.
Acompaña los dibujos la instalación «Total collapse» («Colapso total»), formada por 200 pupitres apilados de forma caótica para representar el impacto de la pandemia y de las políticas neoliberales en el ámbito de la educación, un tema central en la obra del colombiano.
Para Murillo, que llegó con su familia al Reino Unido a los 10 años en busca de nuevos horizontes, volver al colegio londinense donde dio sus primeros pasos tiene una cierta «noción romántica», ahora que ya es un artista consagrado y con un premio Turner en el bolsillo.
El artista cree que la multiculturalidad que impregna cada rincón del barrio de Hackney, «uno de los más diversos del país», conjuga a la perfección con la historia global que transmite la muestra, algo que dice que le ayuda a conectar con el público.
Después de exhibir en Londres, Murillo recalará en los próximos meses en Italia y en los Países Bajos, dos países que se suman a la lista de lugares que ya conocen de cerca sus exposiciones, como Estados Unidos, Alemania, China, Japón y el Reino Unido.
Sin embargo, la pandemia obligó a detener por unos meses sus ambiciones internacionales, un parón que el artista aprovechó para replegarse en sus raíces y volver a Colombia durante una temporada en la que se dedicó al activismo comunitario. EFE